El Sevilla FC ha logrado cumplir el objetivo y es nuevo equipo de Europa League. Para conseguir esta meta, el club decidió rescindir el contrato a Montella. El sustituto elegido fue un hombre de la casa, Joaquín Caparrós.

A su lado, como segundo técnico, se encuentra Antonio Álvarez, otro símbolo del sevillismo. Hasta tal punto es esto así que el exfutbolista es el IX “Dorsal de Leyenda”, distinción que concede el Sevilla a sus futbolistas. Este artífice de la reacción del equipo habló para los medios del club. Analizó las claves de la consecución del objetivo.

Cuestión de mentalidad

Álvarez señaló que nada más recalar en el club, el trabajo de Caparrós y el suyo se centró en convencer a sus futbolistas de sus capacidades. Comenta el técnico que al llegar se encontraron con un vestuario “cargado de responsabilidad” y preocupados por la clasificación.

Los técnicos hicieron ver a la plantilla su confianza “plena en ellos, que hay una plantilla muy buena” y que debían “soltar ese exceso de responsabilidad”.

Cuentan con todos

Antonio Álvarez considera que la clave del éxito es que cuando Caparrós llegó hizo ver que “contaba con todos”. A pesar de quedar solo cuatro partidos, la idea de los nuevos técnicos es rotar a los futbolistas, como así ha sido en los tres partidos disputados. Comenta el segundo técnico que Caparrós no se quedó en las palabras y que “lo demostró con hechos: contra la Real Sociedad jugó un equipo, contra el Madrid otro diferente y contra el Betis otra vez los que tenían que jugar”.

Un reto de orgulllo

Sobre el hecho de afrontar y aceptar el reto de hacerse con las riendas del equipo a falta de cuatro partidos para el fin de la temporada, Álvarez afirma que no se trató de un “compromiso tomar las riendas del equipo”, sino más bien “un orgullo”.