La segunda vuelta de la Liga 1|2|3 ha resultado ser fatídica para el Granada. Los nazaríes hen tenido en este trance tres entrenadores diferentes y sólamente han logrado 7 victorias en 18 partidos, en su mayoría pertenecientes a la buena racha lograda cuando Oltra era aún entrenador del equipo. 

Este segundo asalto de la competición comenzó para el Granada con una victoria sufrida ante el Zaragoza en Los Cármenes. Adrián Ramos fue, por fin, el delantero goleador que se esperaba que fuera y el equipo logró tres puntos trascendentales que lo mantenían en la pelea por lo alto de la clasificación. 

Tras este choque, el equipo sufrió una dura derrota en el Mini Estadi por 3-0 frente al Barça B. Sin embargo, el equipo no se resintió de esta dura derrota y encadenó una racha de cuatro victorias, ganando a equipos como el Tenerife o el Valladolid. Esta buena dinámica no tardaría en darse la vuelta. El equipo cayó tres veces consecutivas frente al Lugo, Nástic y Oviedo, lo que supuso la destitución de Oltra y la entrada de Pedro Morilla. 

Con el cambio de entrenador, el equipo se estrenó con una importante victoria in extremis que devolvía la ilusión a la afición rojiblanca de poder lograr el objetivo del ascenso. Por degracia, esta alegría fue efímera y el equipo volvió a entrar en una mala dinámica que terminaría por truncar la temporada. Muchos goles encajados y las derrotas frente al Huesca o Lorca, y el empate frente a la Cultural por 3-3 en el Nuevo Los Cármenes después de tener una ventaja de 3-1 en el minuto 90, terminó por condenar a Morilla, que fue destituído. 

Miguel Ángel Portugal fue el elegido para intentar lograr el objetivo de los puestos de Playoffs, sin resultado alguno. El técnico rojiblanco debutó con dos derrotas consecutivas ante Rayo Vallecano y Almería que dejaron al equipo tocado y hundido. El pasado fin de semana, el Granada logró frente al Reus su primera victoria en algo más de dos meses, en un estadio vacío y cansado de la actitud de sus jugadores y directiva.