Se presentaba una bonita tarde de fútbol en San Mamés con un encuentro entre dos de los equipos de la categoría que mejor fútbol han practicado a lo largo de la temporada. El Bilbao Athletic recibía al Villarreal B apenas media hora después de que el primer equipo disputase su partido de liga, lo que provocó que mucha gente se quedase a ver a los cachorros. Pero el filial amarillo no se arrugó y consiguió ponerse cero a tres con goles de Dalmau, Samu y Raba. En los minutos finales, Guruzeta recortó distancias desde los once metros y todo se decidirá en el partido de vuelta.

Garitano puso sobre el césped de La Catedral a su once de gala con una única sorpresa. Se cayó de la convocatoria Iñigo Muñoz, que venía siendo titular indiscutible las últimas jornadas, y su puesto en el once lo ocupó Larrazabal.

El técnico visitante, Miguel Álvarez, tampoco especuló y alineó el once que tantas alegrías ha dado a la afición del submarino a lo largo de la temporada. Además, en el filial amarillo pudieron contar con Raba, habitual en las últimas alineaciones del primer equipo. 

Falta de acierto rojiblanco

El partido arrancó con los dos equipos muy respetuosos con el rival, discutiéndose la posesión entre sí y alternando el dominio. No tardó en llegar la primera ocasión clara del partido. En una jugada digna del mismísimo Leo Messi, zafándose de cuatro rivales e internándose en el área, Samu falló en la definición cuando ya solo le quedaba batir a Simón, que consiguió repeler el disparo del atacante. Lejos de venirse abajo, tras el susto llegó la reacción de los cachorros.

La primera para el filial rojiblanco la tuvo Benito al rematar un buen centro lateral de Andoni López desde el flanco izquierdo, pero llegó algo forzado y su disparo se marchó desviado. A la media hora de juego, Guruzeta estuvo a punto de sorprender a Cantero con un lanzamiento de falta que se fue a pocos centímetros de la escuadra izquierda. Pero sin duda la oportunidad más clara de abrir el marcador para el equipo local llegó a falta de cinco minutos para la conclusión del primer tiempo. Primero, Juan sacó en la misma línea de gol un cabezazo a bocajarro de Unai Bilbao, y acto seguido, Nolaskoain no acertó a rematar entre los tres palos un balón muerto dentro del área.

Se suele decir que en el fútbol si perdonas, la pagas, y así fue. En la última jugada del primer acto, en una acción de ataque aparentemente inofensiva, Raba caracoleó en la frontal del área, sacó un disparo que Simón no logró atrapar y apareció Dalmau con la caña preparada para adelantar al filial amarillo.

Sentencia amarilla

Por si esto fuera poco para el cuadro dirigido por Garitano, nada más empezar el segundo tiempo el Villarreal B anotó el segundo gol. Samu volvió a aprovechar la pasividad de la zaga local para zafarse de varios rivales y plantarse ante Simón y, esta vez sí, definió a la perfección con un disparo raso y colocado al palo largo ante el que nada pudo hacer el meta rojiblanco.

El tanto sentó como un jarro de agua fría en San Mamés, pero los cachorros no tardaron en recuperarse y, aunque algo cohibidos, fueron al ataque buscando recortar diferencias. A pesar de la insistencia, no consiguieron acercarse con peligro a la meta defendida por Cantero hasta que Benito, a veinte minutos para el final del partido, cabeceó fuera un centro franco de Sillero.

Poco después, quien sí consiguió ver puerta fue Raba. La zaga rojiblanca dejó pensar en la frontal al atacante 'groguet', y este sacó un latigazo seco y raso que se coló pegado al palo izquierdo de la portería defendida por Unai Simón, que no pudo hacer nada por evitar el tercero de la tarde. Entonces sí, la eliminatoria parecía más que sentenciada para el conjunto castellonés.

Pero en la jugada siguiente, el colegiado decretó pena máxima a favor del Bilbao Athletic por un derribo dentro del área. Guruzeta asumió la responsabilidad desde los once metros, y no falló. Tras el gol, el filial rojiblanco se lanzó al ataque en busca del segundo y el Villarreal esperó atrás para salir a la contra. Y así fue. En una recuperación en el centro del campo, tres jugadores visitantes se plantaron ante dos defensas, pero no supieron definir y la jugada terminó con un disparo de Morlanes al lateral de la red.

El árbitro decidió añadir cuatro minutos, pero el marcador no se movió y los de Miguel Álvarez se volvieron a Castellón con un resultado más que favorable para afrontar el partido de vuelta.

Eliminatoria encarrilada

La victoria por 1-3 deja la eliminatoria muy favorable para el filial amarillo. Todas las opciones del Bilbao Athletic pasan por meter tres goles en en territorio 'groguet' y que los de Miguel Álvarez no marquen, algo que parece harto improbable dada la eficacia que han mostrado en la temporada en general y en este partido de ida en particular.

Aun así, los cachorros saldrán a competir y a apurar todas sus opciones de pasar de ronda y seguir soñando, pero para ello deberán ajustar el sistema defensivo y afinar la puntería.