Un año más, hasta 2019 sí. Charles se mantendrá en la disciplina armera al menos, hasta dicho año. Su edad y su mediocre rendimiento han provocado esta tímida renovación por parte de la directiva, que sigue dando continuidad a delanteros con una calidad por debajo de la del resto. Está bien que sean nueves, jugadores de área, rematadores natos, pero cuando el juego requiere desahogo, cuando el equipo necesita ese apoyo; ni Kike ni Charles han estado a la altura...¡Cómo se echa en falta a Sergi Enrich! Además de meterlas todas por todos los lados, estaba precisamente en todas partes, siempre activo y dispuesto para colaborar en la elaboración del juego. Un delantero completo donde los haya.

Al contrario de éste, Charles Días se ha mostrado algo más pasivo sobre el verde. Sin ese ímpetu por asociarse con sus compañeros de la medular, el brasileño se ha dedicado meramente a disparar, a veces a puerta y otras veces a otro planeta. Cierto es que, sus goles ha metido, llegando a ser el máximo artillero de este Eibar, igualado por Kike, el otro abúlico en labores de distribucción.

¿Fichados para rematar?

Hay quien dice que ese es su oficio: rematar a gol. Y a otros se les queda cara de Gene Winer al escuchar tal afirmación. Es sorprendente que aún exista ese pensamiento tan de antaño, tan carca, tan retrógrada. Los Santillana, los Van Basten...eran ese tipo de nueve, y eran buenos de narices, pero... en el fútbol contemporáneo no basta con ser un rematador letal, hoy día, tienes y debes hacer algo más por el equipo, poner tu granito de arena en la creación de juego, sin ir más lejos.

Resumiendo, Charles ha extendido su vinculación con la entidad armera hasta 2019. Gesto desdeñoso por parte de los altos cargos del tan humilde como recatado Eibar.