Un año y medio después de que cayera lesionado, Jon Ander Serantes volvía a defender la portería del CD Leganés. Asier Garitano, en su último partido, le dio la oportunidad al guardameta vasco. Recuperado de su lesión desde hace dos meses, tenía por delante a Cuéllar y a Champagne, con los que podría volver a competir la próxima temporada.

Ante la ausencia de Mantovani y Szymanowski, Serantes fue el capitán en un encuentro en el que tuvo mucho trabajo. Recibió dos goles, pero dejó muy buenas paradas, evitando que el Betis se llevara algún punto de Butarque en la fiesta de despedida de Asier Garitano y Martín Mantovani.

"Más feliz imposible. Llevaba mucho tiempo trabajando, esperando esta oportunidad en la sombra y por suerte Asier me ha dado la ocasión de volver. Se lo agradezco a él y a todo el equipo, que me han ayudado muchísimo y dentro de lo duro que ha sido, fue más facil teniéndoles a ellos",  comentó en zona mixta. 

La noticia de su vuelta fue también muy agradable para la afición, que veía como uno de sus ídolos se vestía de corto de nuevo. Los gritos de los hinchas pepineros le pusieron los pelos de punta. "Una de las cosas que he aprendido en este tiempo ha sido a tranquilizarme. Sobre todo, con Bustinza, que me ayuda muchísimo. A veces me sacaba de los partidos ese punto que a la gente le gusta, pero que me llevaba a perder los nervios. Es peor para mí. He trabajado en ello", relató.

Su futuro pasa ahora por seguir en el Leganés los dos años de contrato que le quedan. "Lucharé por ser titular la próxima temporada. Pelear con Pichu y Nereo o con quien esté. Pelear para estar lo mejor posible. Ser buen compañero y ayudar. Haré lo posible por quedarme y jugar aquí, que es por lo que llevo luchando cuatro años", concluyó.