Son muchos los factores que han hecho que, a dos partidos del final de La Liga 1|2|3, el Granada Club de Fútbol se encuentre casi sin opciones de clasificarse para los play-off de ascenso a Primera. A cinco puntos del objetivo, los nazaríes necesitarían una carambola en forma de dos victorias, ante Sporting de Gijón y Cádiz CF, y una serie de resultados que muy dificilmente se pueden dar. 

El bajón del equipo se produjo de manera más acusada tras la destitución de José Luis Oltra. Desde entonces, dos victorias en nueve encuentros y un empeoramiento generalizado en las prestaciones de los jugadores ha hecho descabalgar del ascenso a los rojiblancos. A la flaqueza defensiva se le ha sumado un mal que la plantilla no tenía: la ineficiencia de los extremos en ataque. Darwin Machís encarna ese empobrecimiento del rendimiento en la alas del equipo que ahora dirige Miguel Ángel Portugal

Ni los titulares

La temporada del venezolano sufrió un auténtico revés el día que el Granada visitó el Carlos Tartiere para medirse al Real Oviedo. A decir verdad, la temporada de todo el club se volteó aquel día. El extremo de Tucupita fue expulsado por propinar un cabezazo a un rival, Viti, sin balón de por medio, y fue sancionado con cuatro encuentros. El Granada cayó en tierras asturianas y sumó su segunda derrota consecutiva, lo que propició la destitución de Oltra dejando su lugar a Pedro Morilla.

Sin Machís, el técnico sevillano sobrevivió al primer envite ante el Numancia (victoria 1-0), pero cayó duramente derrotado en Lorca y no pasó del empate ante Sevilla Atlético y CA Osasuna. La vuelta de Darwin se esperaba como agua de mayo y llegó en abril, pero algo había cambiado. El bache de juegos y resultados pareció afectar también al venezolano que no retornó con el mismo fuelle, los mismos desequilibrios y el gran golpeo que le caracterizaban. Cinco jornadas después de su regreso, nada se sabe del jugador que deslumbró hasta la jornada 31.

Sin la verticalidad de Machís, el Granada se resiente y mucho. Para paliar el efecto de dependencia que había sobre él, el club se movió en invierno y trajo como refuerzo para la banda derecha a Salvador Agra. El menudo extremo portugués se hizo pronto con el puesto en el costado derecho, habida cuenta del descenso de prestaciones de Pedro Sánchez respecto al inicio de campaña. La velocidad, el descaro y el desborde han sido las señas de identidad de Agra, que parecía casar con el equipo y ofrecer una alternativa al ataque nazarí por ese flanco. Sin embargo, el paso de los partidos y los resultados lo han ido apagando y ahora apenas cuenta con la confianza de Portugal, siendo relegado al banquillo en las dos últimas jornadas.

Pedro Sánchez, de más a menos en la temporada. | Foto: Antonio L. Juárez

El bajón más acusado, aunque ya viene de lejos, fue el protagonizado por Pedro Sánchez. El de Aspe comenzó la temporada como un tiro, anotando goles y tirando del carro nazarí. Sin embargo, el paso de las jornadas fue haciendo mella en su fuelle que pareció ir desgastándose. Perdió la precisión que lo caracterizaba en sus acciones y se secó en la faceta goleadora. La llegada de competencia en invierno no lo hizo mejorar y ha sido ahora, con Portugal en el banquillo, cuando ha recuperado la titularidad, si bien sus actuaciones no están siendo destacadas.

Ni los suplentes

Casos aparte son los de Antonio Puertas y Andrew Hjulsager. El primero se presentó como el revulsivo ante la baja de cuatro partidos de Machís y, durante ciertos momentos, pareció renacer. Morilla lo levantó del ostracismo en el que lo había tenido Oltra y el almeriense respondió con juego y ganas que, no obstante, se apagaron pronto. Con el regreso de Machís, Puertas volvió al banquillo e, incluso, a desaparecer de las convocatorias.

El otro mencionado, Andrew Hjulsager, es uno de los numerosos expedientes X del Granada. Llegó en el mercado invernal, jugó un puñado de minutos ante Tenerife, Alcorcón, Nástic de Tarragona y Oviedo, fue titular ante el CD Numancia y desapareció para no volver a las convocatorias. Desde el 25 de marzo no se viste de corto un jugador que, en los minutos de los que dispuso, no ofreció absolutamente nada de lo que se le presuponía a la hora de su fichaje.

 

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Sobre el autor
Jose Rafael Sánchez
Licenciado en ADE en Granada y aficionado al periodismo. Colaboro con Granada CF- Vavel