En 2013 el Galés pasó a formar parte de la plantilla blanca. Su rapidez en el juego y sus cifras hicieron que Florentino Pérez abriera la hucha blanca para hacerse con el jugador que por aquel entonces militaba en el Tottenham. Cinco años después, Bale sigue estando cuestionado. Las lesiones han ensombrecido sus números y dos días antes de la final de Kiev la pregunta es clara, ¿es válido para el Madrid?

Por supuesto (@Cristian_cb1997)

El jugador demuestra día a día que está hecho para jugar en el Real Madrid CF por su gran aportación al juego del equipo, cuando este está para jugar con sus compañeros.

La primera de las aportaciones que el jugador ofrece al juego del Madrid, es, sobre todo, desborde al realizar esas carreras que hace el jugador galés para desbancar a sus rivales. Todo aficionado recordará aquella carrera en la final de Copa del Rey en Mestalla, ante el FC Barcelona del Tata Martino, en su primera temporada en el club blanco (2013-14).

Otra de sus cualidades que favorecen al juego del Real Madrid, es que al ser un jugador muy físico y con tanta velocidad, aporta mucha profundidad en el juego del equipo. Ante equipos con la defensa muy adelantada de su posición en el campo (cerca del área del portero), es clave para aventajar la espalda del defensor.

Entre otra de las virtudes de las que puede presumir el galés destaca que es un jugador polivalente para su técnico Zinedine Zidane. Pese a ser un futbolista zurdo, el técnico apuesta muchas veces por ponerle a banda contraria, de extremo diestro, para profundizar en carrera por banda derecha, y entrar por el centro del campo. Esta posición volcada hacia la derecha, también viene determinada por el posicionamiento en el campo de su compañero de equipo, Cristiano Ronaldo. A ambos les gusta jugar por esta posición, y hacer los mismos movimientos de su compañero, de profundizar por banda, y entrar por el centro.

Foto: Dani Nieto (VAVEL).
Foto: Dani Nieto (VAVEL).

La última cualidad, por tanto, a destacar del jugador, es que cuando está presente el terreno de juego, aporta mucho al equipo defensivamente, puesto que en sus inicios como jugador profesional,  empezó como lateral zurdo. Más adelante, avanzaría su posición a la de extremo con el conjunto inglés, hasta que en aquel verano de 2013, el club blanco efectuase el fichaje del jugador galés al cierre de aquel mercado veraniego de incorporaciones y despedidas.

Desde la llegada del jugador, hace cinco años, el galés ha ayudado al equipo a levantar nueve títulos. Además, esta temporada lleva 16 goles en liga (0.70 por partido) y uno en Champions (0.17 por partido).

Bale no da la talla (@raquedelarosa)

Han sido cientas las oportunidades que ha perdido el galés. Será muy rápido, tendrá unas cualidades físicas asombrosas y una potencia deslumbrante, pero no lo demuestra. Gareth Bale está más cerca del cometa Halley que del futbolista que una vez fue. El galés no vale para el Real Madrid. No ha demostrado tener el nivel de juego que exige jugar en el equipo blanco. No es suficiente.

Ya no es solamente lo poco que ha demostrado, sino que las lesiones y la mala adaptación al fútbol español no le han permitido lucirse. En total, el galés acumula, desde 2013, más de un año de baja. O quizás simplemente sea una excusa más. Puede ser un gran futbolista, pero nadie vive de rentas en el fútbol. Lo que eres hay que demostrarlo cada vez que sales al campo, por una razón o por otras, él es demasiado irregular.

El galés ha perdido la confianza de la gran mayoría de aficionados. El rendimiento que ha ofrecido sobre el terreno de juego durante esta temporada ha dejado mucho que desear. Incluso Zinedine Zidane le ha relegado al banquillo en los partidos importantes que han disputado los blancos esta temporada. Un hombre tan caro no debería estar ahí. Suplencias en partidos decisivos contra el F.C Barcelona, el París Saint-Germain, la Juventus de Turín y el Bayern de Múnich.

Foto: Dani Mullor (VAVEL).
Foto: Dani Mullor (VAVEL).

El expreso de Cardiff incluso ha perdido valor en el mercado de fichajes. Pero Zidane se dio cuenta. Antes era imposible imaginarse al galés en el banquillo pero, finalmente, el francés vio un halo de luz. Hay otros jugadores que aportan más que él. Sí es cierto que sus números han mejorado, pero es un islote en el equipo en todos los sentidos de la palabra. Está al margen del resto dentro y fuera del campo.

Cuando Bale llegó al Real Madrid fue una de las estrellas del equipo; incluso destacó por marcar en las finales de la Copa del Rey y de la Champions League 2013-14, pero ahora no es del gusto de todos. Los años pasan, los tiempos cambian y su nivel ha ido descendiendo. Nada de lo que pueda hacer Gareth Bale vale más de los 100 millones de euros que pagó el Real Madrid por su fichaje. Ya está bien de perdonar. Marcar un gol decisivo cada cuatro temporadas no es excusa suficiente para ganar el dinero que está ganando. Además, parece que Bale hace todo de mala gana.

Sin embargo, seguro que no todo es tan malo. Bale un día gustó y alegró a la afición. Seguro que sí. En algún tiempo remoto hubo un día en que Bale tuvo una buena época en el conjunto blanco. Un periodo de estabilidad y color que, durante cuatro años, junto con Benzema y Cristiano, capitalizó el juego del Real Madrid hasta 2017. La BBC se ha disuelto porque han llegado otros que han sabido aprovechar la oportunidad. Eran un buen trío, pero también hay que aprender a jugar solo.

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