Parece imposible desgastar el significado de un término, pero el Mérida lo ha conseguido esta temporada. En el sentido estricto de la palabra, en fútbol sólo debería hablarse de finales en el último encuentro de una competición, sea eliminatoria o regular. Sin embargo, las diversas circunstancias en las que se van encontrando los equipos a lo largo del curso les hace utilizar esa expresión cuando el verdadero final ni siquiera se encuentra cerca. Esto es lo que le ha pasado al Mérida durante prácticamente toda la temporada.

En un primer momento, estas finales consistían en no dejar escapar el objetivo inicial que eran los playoffs de ascenso. Más tarde, viendo el devenir de la situación, se dejó de mirar hacia arriba para empezar a hacerlo hacia abajo. Las Palmas, Jumilla, Badajoz, Betis, Lorca, Recre o Ejido son sólo algunos de los partidos que han llevado la denominación de ‘final’ para los romanos. Pensábamos que la del Córdoba B en Lucena sería, para bien o para mal, la última, pero los avatares del destino le han “regalado” al Mérida otras dos finales más, de las cuales la definitiva se juega este domingo a las 19h en O Vao: quedarse en 2ªB o bajar a 3ª.

Factor campo

El Coruxo salió bastante airoso de un Estadio Romano donde bien supo aprovechar los fallos garrafales que cometieron los emeritenses. Sus transiciones peligrosas y su presión intensa le hicieron convertir en gol casi las dos únicas jugadas claras que tuvieron en todo el partido. La calidad de Higón y Antón de Vicente dieron más de un susto a los efectivos blanquinegros, y seguro que lo volverán a hacer en Vigo. Los gallegos cuentan con un estadio de dimensiones más pequeñas que el Romano, factor que deberán aprovechar como nunca si quieren mantenerse en la categoría de bronce.

Algunos aficionados del Coruxo se desplazaron a la capital extremeña para disfrutar, además del partido de su equipo, de un cordial y emocionante ambiente entre ambas aficiones, algo digno de admiración dadas las situaciones tan agresivas que últimamente se viven en el deporte rey. Se espera que dicha atmósfera se repita este mismo sábado con la visita de algunos seguidores romanos a Galicia ya que, a pesar de la final, todos son conscientes de que el respeto es lo que debe primar en este deporte.

A la épica

Tan solo dos partidos a domicilio ha ganado el Mérida en toda esta temporada, y uno de ellos fue el último encuentro de la temporada que les dio el acceso al playout en el minuto 99’. Es por ello que, a pesar de lo muchísimo que les cuesta sumar y marcar goles a los romanos fuera de casa, nadie pierde la esperanza en poder repetir una hazaña del mismo calado. A los blanquinegros únicamente les vale ganar o empatar a más de 2 goles en una temporada donde apenas ven puerta y cuyo bagaje de puntos a domicilio suma tan solo 13.

Aunque fueron los emeritenses quienes principalmente llevaron el peso del partido en su casa, los errores infantiles decantaron la balanza hacia los gallegos, que se llevan un magnífico resultado a Vigo con el objetivo de hacerlo bueno en O Vao. Respecto a los jugadores, el defensa José Cruz volverá a estar disponible después de haber cumplido los dos partidos de sanción por la roja ante el Extremadura en liga.

Posibles onces

Coruxo FC: Alberto; Rafa Mella, Pablo García, Mario Ramón, Pazó; Borja Yebra, Antón, Higón, Mateo; Fernando, Silva.

Mérida AD: Felipe Ramos; José Cruz, Paco Aguza, Javi Chino, Kike Pina; Julio de Dios, Isaac Nana, Santi Villa; Kiu, Germán, Javi Gómez.