Los amarillos han estado toda la temporada esperando los goles, la intensidad, la garra, la suerte... y ha llegado en el mejor momento. El Alcorcón se ha pasado toda la temporada sufriendo. Ganando por la mínima, empatando casi la mitad de sus partidos y sufriendo derrotas en algunos casos bastante abultadas. Los alfareros llevan jugando con fuego toda la temporada, tanteando el descenso jornada tras jornada, pero el domingo pasado, llegó su revelación.

Hicieron en un partido lo que no habían hecho en todo el año. Eligieron uno de los rivales más duros de toda La Liga 123, el Rayo Vallecano, que llegó a Santo Domingo con el objetivo de finiquitar su ascenso a Primera División. El Alcorcón anotó en este partido los mismos goles, cuatro, que en los últimos ocho partidos que los amarillos habían disputado.  La suerte favoreció al Alcorcón, para que negarlo, pero la fortuna no viene sola, la suerte hay que buscarla, y el Alcorcón la buscó y de que manera.

La comunión con Santo Domingo fue espectacular. Un estadio a rebosar donde la afición del Rayo también brindó su aliento para vivir un increíble ambiente de fútbol. Y esto sólo ha sido el principio. El Alcorcón visita este fin de semana la casa de un rival directo, la Unión Deportiva Almería. Si consiguen los tres puntos, lograrán la tan deseada y sufrida permanencia. Los amarillos han sacado su temperamento y su casta en el momento clave de la temporada. 

En las dos últimas jornadas, se han enfrentado a los dos primeros clasificados. Mucha gente pensaba que este calendario y las sensaciones que transmitía el equipo de Julio Velázquez servirían para relegar a los alfareros a los puestos de descenso. Pero los madrileños han respondido a estos temores con un golpe encima de la mesa.

Lograron empatar al líder, el Huesca, en un partido duro, donde los azulgranas no se encontraron nada cómodos, pese a estar en su estadio. Y sorprendieron al Rayo, en uno de los mejores, por no decir el mejor partido de la temporada. Un bagaje de cuatro puntos de seis posibles. Acallando los malos presagios que intuían la caída del Alcorcón.

Los alfareros acarician con la punta de los dedos su objetivo. Este domingo, a partir de las 20:30, el Alcorcón dispone de una oportunidad de oro, para cerrar un final de temporada magnífico, y brindarle a su afición la tranquilidad que se merecen después de tanto sufrimiento.