La SD Huesca perdió el último partido que jugó en el Alcoraz durante la presente temporada. En un partido donde los oscenses no se jugaban nada más que el liderato, la maquinaria azulgrana no engranó como venía siendo habitual en las últimas semanas. En un partido sin mucha intensidad y con todavía presente la semana vivida con todas las celebraciones, el Nástic consiguió llevarse los tres puntos y evitar que la fiesta tras el partido fuera completa.

Rubi salió a dar explicaciones en la ya habitual rueda de prensa posterior a cada partido. Como era lógico, no se mostró satisfecho y analizó de forma general el encuentro. "Ha sido un partido bastante plano, iba más para empate". También destacó el mayor peligro de los catalanes: "El Nástic ha acertado en un centro lateral, que sabíamos que eran muy fuertes y se han llevado el partido".

Tras esto, el técnico oscense quiso hacer referencia a la semana de euforia que han vivido y que ha influido en el rendimiento de sus pupilos: "Ha sido una semana atípica por muchas cosas. El nivel de concentración no era fácil". También quiso destacar que se iba con "una espinita clavada" a causa de la derrota: "La afición venía muy contenta con el equipo y me habría gustado brindarles una victoria para que estuvieran contentos y seguir líderes". Y razón no le faltaba, ya que el Rayo Vallecano se aprovecharía de su victoria por la mínima para así alzarse con el liderato a falta de tan solo una jornada.

Por último, Rubi quiso acordarse de nuevo de la afición, de todos los que han estado apoyando durante la temporada: "Ha sido brutal, he acabado agotado de muestras de cariño, de hacerme fotos y de firmar".  Todo ese cariño es el que se llevará el míster catalán que ha hecho creer a una ciudad en algo que nunca se habrían podido imaginar.