Borja Iglesias; ese jugador determinante y necesario para el gol, capaz de templar los ánimos para, después de haber errado los tres últimos lanzamientos desde los once metros, convertir de forma consecutiva y en pocos minutos dos penaltis para poner definitivamente de cara ese partido clave para el objetivo soñado a lo largo de esta quinta temporada en el infierno de la Liga 1|2|3, disputar la promoción de ascenso.

Primer hat-trick de Borja Iglesias en el fútbol profesional, si es que por tal podemos entender el desarrollado en dos máximas competiciones del fútbol nacional, que suponía la confirmación del diamante en bruto del que el Real Zaragoza dispone en esta temporada como elemento desequilibrante, un jugador diferencial.

Con los tres goles del pasado domingo, el ariete gallego suma 22 goles en su cuenta particular, superando a los 21 goles de Ángel Rodríguez de la temporada pasada y entrando así en el selecto club de ahora compuesto por 16 futbolistas de todas las épocas del club, que han logrado alcanzar la veintena de goles en una misma temporada. Con independencia de que Borja pueda emigrar a otras latitudes futbolísticas al finalizar la cesión que lo trajo a orillas del Ebro, de momento ha encontrado un lugar destacado en la historia reciente del Real Zaragoza.

Llega este hat-trick en el mejor momento para Borja Iglesias y para el propio Real Zaragoza; ese momento en el que la temporada se va a decidir en un play off que se presume de infarto, dada la igualdad manifiesta que se ha presentado en los enfrentamientos producidos a lo largo de  esta temporada 2017-2018 entre prácticamente la totalidad de contendientes y en el que por qué no soñar que, aprovechando este viento de cola que parece impulsar al equipo maño, en especial arropado por una afición sin duda de primera, finalice en el ansiado destino de la Liga Santander.