Zinedine Zidane. El futbolista que convirtió en un espectáculo el juego del Real Madrid de los galácticos. El hombre que transformó un Madrid en crisis y lo hizo campeón de Europa tres años consecutivos. El mismo que hoy, tras una inesperada rueda de prensa, ha dicho adiós al cargo de entrenador y deja a la directiva la tarea de renovar el puesto para la próxima temporada. Es una tarea más que complicada debido al listón que ha dejado, pero su decisión ha sido, al parecer, irrevocable.

Zidane como jugador

No hablamos de un francés cualquiera y eso es algo que se refleja en su historia. Sus primeros contactos con el club blanco se remontan a 1998. Por entonces, el Real Madrid alcanzaba la final de la Copa de Europa para enfrentarse a una Juventus cargada de estrellas, donde brillaba con el número diez un Zidane desequilibrante y muy peligroso en ataque, sin mencionar a otras figuras como Del Piero que provocaban una sensación aún peor a la afición blanca.

Sin embargo, la Copa fue a parar a las manos de los merengues. Pero la actuación y la trayectoria que el francés se estaba marcando en lo futbolístico no pasaba por alto. De hecho, lograr el Balón de Oro en 1998 y proclamarse como campeón del mundo y de Europa con la selección francesa en los años 1998 y 2000 respectivamente consumaron su contratación en junio de 2001, obra de Florentino Pérez, el mismo que hoy lo ha despedido como entrenador.

Ya en su presentación como madridista aseguró que venía a Madrid para ser campeón de la Champions League. Lo logró en su primera temporada, que coincidió con el centenario del club y en la que consagró uno de los mejores goles de la historia de la competición: la volea de Glasgow, con previa asistencia de Roberto Carlos, marcó un antes y un después en el madridismo. Una nueva estrella había llegado.

Al año siguiente, los blancos conquistaron el título liguero y, meses después, la Supercopa de España. Quién iba a imaginar que un Real Madrid repleto de galácticos iba a pasar, después de lograr dicha liga, por una sequía sin títulos que llegó hasta la retirada de Zidane como jugador en el año 2006. Ese factor mancha un poco el paso del jugador por el Madrid, aunque nadie olvidará sus detalles técnicos: era un futbolista capaz de controlar la posesión, driblar jugadores, meterse hasta la misma área pequeña y marcar auténticos golazos.

En una etapa con grandes mitos del fútbol blanco como Raúl, Beckham, Figo o Ronaldo Nazario, los merengues estaban pendientes de los movimientos del francés. Era, simplemente, uno de esos jugadores que te hacen amar este deporte.

Zidane como entrenador

Finalizada su carrera como jugador, el galo se preparó para, años después, ejercer como técnico. Sus inicios estuvieron ligados al conjunto blanco ya que se erigió como segundo entrenador de la era de Carlo Ancelotti, donde consiguió la décima Copa de Europa en Lisboa. Acto seguido, decidió ponerse al frente del Real Madrid Castilla para, más tarde, pasar del filial al primer equipo, aunque este paso debe explicarse con suma atención puesto que el panorama era bastante difícil de asumir.

Zidane en un partido al frente del Real Madrid Castilla. Foto: Dani Mullor - VAVEL                            

La llegada de Rafa Benítez al frente del Real Madrid como sustituto de Carlo Ancelotti no fue santo de devoción para nadie. Su estilo de juego y su forma de dirigir a los jugadores no convenció a nadie: los blancos estaban desarrollando una nefasta campaña y todo parecía indicar que el desastre terminaría por llegar a final de temporada en forma de vacío en las vitrinas. El vestuario estaba dividido y nadie sabía exactamente el problema del Madrid.

Comenzado el 2016, Zidane cogió las riendas de un equipo que iba camino del fracaso y le cambió la cara. Motivó a los futbolistas de tal manera que consiguieron unirse y luchar por la única competición que les quedaba por disputar, la Champions League. Su camino les llevó a la final de Milán, donde se enfrentarían, como dos años atrás, al Atlético de Madrid. Una agónica tanda de penaltis resultó favorable a los intereses del Real Madrid, siendo la undécima Champions el inicio del palmarés de Zidane como técnico. A este trofeo se sumaron la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes correspondientes a esa victoria en Champions.

Era lo que necesitaba el club

Su siguiente temporada fue una de las mejores que se recuerdan en tierras merengues. En 2017, Zidane logró conquistar Liga, Champions, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes. Cinco de seis títulos posibles. Además, se convertía en el primer entrenador capaz de levantar el título de Champions League durante dos años consecutivas. La historia de Zidane siempre ha estado ligada a Europa.

Sin embargo, llegó la temporada 2017/2018 y comenzaron a salirle espinas a la flor de la era Zidane. El estilo de juego ya se veía venir y, aún con malos resultados, el técnico no quería cambiar las ideas, por lo que las consecuencias seguían siendo las mismas: el equipo cayó de forma humillante de la Copa del Rey y se despidió del torneo liguero con demasiada antelación. A inicios de 2018, poca gente auguraba una remontada y las críticas caían una y otra vez sobre el cuerpo técnico.

Nadie daba un duro por el Real Madrid. La única competición que quedaba era la Champions League y su enemigo en octavos de final, el PSG, venía con más fuerza que nunca en una etapa de debilidad para los blancos. Sin embargo, nadie recordó que cuando al Madrid se le da por muerto saca más fuerza que nunca.

Contra todo pronóstico, logró batir a PSG, Bayern Múnich, Juventus y se plantó en otra final de Copa de Europa. Fue histórico ganar dos Champions consecutivas, pero el conjunto de Zidane estaba ante la posibilidad de conseguir una tercera contra el Liverpool. El Rey de Europa hizo lo que estaba previsto y conquistó su decimotercer trofeo. Inigualable.

Se va una leyenda del madridismo. Foto: Daniel Nieto - VAVEL                        

Un adiós inesperado

“Es un ‘hasta luego’”

Después de volver a hacer historia, nadie se esperaba la noticia que hoy se ha dado a conocer. Zidane convocaba una rueda de prensa en la que hacía saber, acompañado de Florentino Pérez (el hombre que lo trajo como jugador y entrenador) su decisión de marcharse. Sus argumentos pasaban por una caducidad en su discurso y en su hacer como técnico en el club y por un deseo de que el Madrid siga logrando títulos.

El mundo del madridismo se ha volcado con esta noticia para darle las gracias a un entrenador que ha sido muy criticado por su estrategia, pero que ha conquistado títulos y, en definitiva, ése es el objetivo de un entrenador. Al igual que como futbolista, se va en su mejor momento, en lo alto. Tal vez no haya un mejor sitio para irse que en la cumbre. Porque ahí es donde están las leyendas. Y ahí es donde ha llegado el hombre de las ruletas mágicas, el mismo que ha estado presente en las últimas cinco Champions League del Real Madrid. El gran Zinedine Zidane.