El Real Madrid ha levantado su decimotercera Copa de Europa, tercera de manera consecutiva, todas con el francés como entrenador. Este jueves a la una de la tarde saltaban las alarmas en la casa blanca, Zidane anunciaba de manera oficial su dimisión como entrenador del primer equipo, los motivos, el desgaste sufrido durante estas dos temporadas y media y la necesidad según él, de cambiar la manera de trabajar y de dirigir si de verdad se quiere seguir ganando en los años siguientes.
Comenzó la temporada de la mejor de las maneras
Ganando ambas Supercopas a rivales de renombre, primero la de Europa ante el Manchester United de Mourinho, la segunda ante el eterno rival, el F.C. Barcelona, venciendo tanto en el Camp Nou como en el Santiago Bernabéu y dejando una imagen muy buena. Sin embargo, todo iba a cambiar con el inicio de la competición doméstica, la liga marca como es un equipo de regular y el Real Madrid en ningún momento mostró esa capacidad que es necesaria para cualquier equipo que quiera estar en lo alto de la tabla, empates y derrotas ante equipos muy inferiores y un juego muy pobre en todos los sentidos.
La eliminación copera fue otro punto clave en la temporada, el propio Zidane ha reconocido que fue un momento muy duro para él y que ese fracaso le ha acabado marcando en la decisión de marcharse, lo cierto es que el Real Madrid y Zidane, triunfaron la temporada pasada en gran medida, por la gran gestión de la plantilla con las rotaciones y por ser capaz de tener a 23 jugadores enchufados, este año muchos de los pesos pesados de esa “Unidad B”, han acabado saliendo, Danilo, James, Morata, Pepe, y en su lugar han llegado jugadores mucho más jóvenes, que a pesar de su calidad, han acabado demostrando que el Real Madrid les ha quedado un poco grande aun.
Zidane tampoco ha estado bien en la gestión de minutos de estos, pues han estado muy desaparecidos o los ha juntado a todos, y juntar a 11 jugadores que apenas tienen minutos y han jugado juntos, no suele salir muy bien. Estos son los dos principales motivos por los que el Real Madrid ha estado tan mal en estas dos competiciones.
Zidane ha reconocido que ganar la final de Kiev y firmar su tercera Copa de Europa ha sido clave en este adiós, ganar la Champions Legue hace que cualquier temporada se catalogue como sobresaliente, y el francés siempre se ha caracterizado por saber dar un paso a un lado, ya lo hizo como jugador, cuando a pesar de seguir poniendo en pie al Bernabéu con su magia y sus goles decidió que era el momento de dejarlo porque no podía mantener el nivel que él consideraba que debía tener, de hecho, la Copa del Mundo que hizo después con Francia en la que quedó subcampeón marcando en partidos importantes como la final, ratificó esa idea de que se iba en la cima.
Como entrenador ha hecho lo mismo, tras tocar la gloria con el club de sus amores, el Real Madrid, decide que es necesario que haya cambios para que el equipo siga en lo más alto, siempre anteponiendo el interés del Real Madrid al suyo propio.
Un caballero como él, siempre sabe cuál es el momento justo para dejarlo, pero lo que consuela a la afición madridista es que lo de hoy no ha sido un adiós definitivo, sino como él mismo ha dicho: “Es un hasta luego”. Algún día volverá a entrenar a los suyos, cuando el Madrid le necesite ahí estará, y es por eso que la etapa de Zidane y más ahora que se marcha, pasa a estar en el top de las mejores del club, la segunda después de la de Di Stéfano, Gento y compañía, su última temporada no habrá sido perfecta, habrá tenido errores que él hoy mismo ha reconocido, pero nadie le va a quitar los nueve títulos logrados en dos temporadas y media y el ser uno de los entrenadores con más Copas de Europa, en ese periodo, cuando sus rivales, necesitaron muchos años de carrera para lograrlo.