Una temporada ha durado la aventura del Barça B en la categoría de plata del fútbol español. La permanencia era el objetivo de este filial recién ascendido, pero por distintos motivos, una plantilla que prometía ha vuelto a caer al pozo de la Segunda División B. 

El filial catalán, que tiene una media de 21,3 años de edad, no ha sabido sacar beneficio de la juventud y ha pecado de novato en esta complicada categoría.

El FC Barcelona B no ha tenido excesivo oxígeno a lo largo de la temporada, el colchón con el descenso se iba reduciendo, se reaccionó tarde y el descenso ya está consumado. 

Un descenso que certificó la temporada irregular de un equipo que pagó caro un bache de once partidos sin ganar en la fase decisiva de la segunda vuelta, que tuvo un claro punto negativo, la falta de puntería.

En ese periodo, el club intentó variar el rumbo con un cambio en el banquillo. Destituyó a Gerard López y su lugar lo ocupó Francisco Javier García Pimienta, técnico del equipo que este curso conquistó la Liga de Campeones Juvenil.

Con García Pimienta, el filial azulgrana mejoró sus registros con un balance de un empate, dos victorias y dos derrotas, pero no fue suficiente para escapar del descenso.

Mala suerte o no, José Arnaiz, fichaje estrella en agosto, sufrió una pubalgia le impidió jugar durante buena parte de la segunda vuelta. Durante ese tiempo, el Barça B se ponía en manos de Carles Aleñá, promesa del primer equipo y máximo goleador del equipo con 11 tantos.

El Barcelona B ha encadenado rachas de buen juego durante la presente campaña, en las que no ha sido recompensado con resultados que reflejaran el merecimiento del equipo.

El filial del FC Barcelona no es un rival sencillo, que se lo digan al Cádiz, equipo que recibió un 3-1 en el feudo azulgrana ante un imponente rival.