Con ella, la maravillosa volea de 'Zizou', empezó todo y con la ansiada décima madridista regresó el gusanillo para la vuelta a la cima del rey de Europa: el Real Madrid Club de Fútbol. Historia presente para el recuerdo blanco, también para la competición, el haber levantado tres Champions seguidas gracias a un hombre eterno que, recientemente, ha anunciado su final.
El final de la era Zidane y del mayor éxito cosechado tras los galácticos ha llegado a su punto, para que se le pueda añadir el 'y seguido', según cree un técnico que deja un "legado imborrable", como bien dijo el capitán Sergio Ramos. Triste despedida del francés, pero una marcha por la puerta más grande posible. Esa que se estrenó en 2002 y volvió a abrirse en 2014.
Entre la novena, la décima y las tres seguidas, un nombre: Zidane
Un 15 de mayo el estadio Hampden Park de Glasgow se vino abajo con la espectacular volea del mago 'Zizou' que adelantaba al conjunto madridista frente al Bayern de Leverkusen en la final europea. Fue justo antes del descanso, apareciendo en la segunda mitad un joven Iker Casillas para salvar a los suyos del empate alemán.
Aquella mágica noche el Real Madrid ganó su novena Copa de Europa de las botas del galo, que bastantes años después regresaría a la entidad madrileña para ocupar el segundo puesto de entrenador junto al italiano Carlo Ancelotti. La consecución de la décima con ambos volvería a hacer feliz a un madridismo que llevaba temporadas y temporadas viendo cómo el sueño se diluía en las eliminatorias anteriores.
La ansiada Champions gracias al cabezazo de Sergio Ramos en el minuto 93 para forzar la prórroga ante el Atlético de Madrid y después golear a los colchoneros fue otro punto de inflexión para la nueva era que se avecinaba. Zidane ocupó un papel secundario, pero allí estaba, aprendiendo del querido primer técnico.
Tras esa temporada y el fracaso posterior con Rafa Benítez, el galo se sentó en el banquillo ya como entrenador principal para llevar al equipo hacia la final de Milán, donde se ganó la undécima.
A partir de ese momento, llegaron las dos siguientes consecutivas en la mejor etapa europea del Real Madrid. Todo por 'Zizou', ese mago dentro y fuera del campo, que supo gestionar a la mejor plantilla del mundo. Su legado será eterno.