Ernesto Valverde tomó el relevo de Luis Enrique al fichar por el cuadro azulgrana en junio de 2017. Un inicio de temporada detestable tras perder ambos partidos de la final de la Supercopa de España delante del Real Madrid (1-3 y 2-0). Sin embargo, supo como quitarse esa cruz que el barcelonismo le había puesto. En tan solo seis partidos en septiembre, los culés terminaron el mes con un global de 20 goles a favor y 2 en contra.

El FC Barcelona venía dispuesto a todo. Octubre y noviembre fueron meses intensos para los futbolistas: siete y cinco partidos respectivamente más el parón de selecciones encarado al Mundial de Rusia de este verano. Sin embargo, Valverde supo como manejar un vestuario lleno de futbolistas internacionales para que esos compromisos internacionales no pasaran factura a nivel de rendimiento.

Para cuando el mes de diciembre llegó, el equipo estaba más que consolidado. Con la llegada del último mes del año, llegó la revancha contra los jugadores entrenados por Zinedine Zidane por el ridículo en la Supercopa de España. El Barça fue al Santiago Bernabéu a llevarse los tres puntos a toda costa. Luis Suárez, Leo Messi y Aleix Vidal fueron los únicos goleadores del partido: la afición merengue tuvo que ver como el Barça les pasaba la mano por encima en su propio territorio con un 0-3 en el marcador.

Nuevo año, mismos retos que al inicio de la temporada. Enero siempre es un mes complicado para los equipos españoles: dos partidos por semana entre Liga y Copa del Rey. El 17 de enero de 2018 la imbatibilidad terminó para los jugadores de Ernesto Valverde. El RCD Espanyol ganó en Cornellà – El Prat por 1-0 en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey; sin embargo, seguían imbatidos en la competición doméstica. Un 2-0 en el Camp Nou solucionó la eliminatoria y el Barça pudo estar en las semifinales de Copa, donde se encontraría con el Valencia CF.

En febrero, el Barça obtuvo el pase para una final: superó a los de Marcelino en una eliminatoria a doble partido (1-0 y 0-2) para poder estar en el Wanda Metropolitano el 21 de abril. El sufrimiento europeo llegó con el empate a uno en Stamford Bridge, cuando el Barça se lo tuvo que jugar tres semanas después en el templo culé. Febrero también fue el mes en el que el Camp Nou acogió el nuevo derbi de la temporada contra el Girona. El equipo por aquel entonces entrenado por Pablo Machín fue presa fácil para el Barça de Valverde, un partido que terminó con un 6-1 en el marcador con un hat trick de Luis Suárez, un doblete de Messi y otro tanto de Philippe Coutinho. Para los del Girona, Cristian Portugués ‘Portu’ fue el goleador.

El mes de marzo fue un mes tranquilo para el vestidor del Barça. Con la Semana Santa de por medio, los futbolistas pudieron gozar de algún tiempo de vacaciones. La portería siempre defendida por Marc André ter Stegen no vio entrar ni un solo balón por lo que terminaron el mes sin goles engajados y clasificados para los cuartos de final de la UEFA Champions League después de un 3-0 en el Camp Nou frente a los blues.

Abril vino con desastre incluido. La imbatibilidad en Liga seguía en pie y un 4-1 en el Camp Nou ante la Roma, el Barça parecía tener pie y medio en las semifinales de la máxima competición europea. Sin embargo, un horroroso partido en el Olímpico de Roma les pasó factura y encajaron un 3-0 que daba el pase a los italianos. Ese día, Andrés Iniesta no pudo contener las lágrimas, primer síntoma que llevó a pensar que podría ser su última temporada en el club de su vida.

La final de la Copa del Rey resultó ser más cómoda de lo que cualquiera habría imaginado. El Wanda Metropolitano fue el escenario para la ocasión, el Sevilla el rival. El Barça destrozó al Sevilla al ganar por un contundente 0-5 con un doblete del uruguayo Suárez, un gol de Messi, otro de Coutinho de penalti y, el protagonista de la noche, Andrés Iniesta, culminó su larga trayectoria en esa competición con un magnífico gol que significó el 4-0. El de Fuentealbilla también se fue entre lágrimas de ese partido por lo que parecía más que claro su adiós. Después de esa final se hizo oficial que el FC Barcelona se quedaba sin una de sus leyendas.

Con la Copa en el bolsillo, solo quedaba sentenciar la Liga y el Barça no decepcionó en Riazor. Un 1-3 con el que el cuadro culé se proclamaba campeón de la competición nacional mientras que el Deportivo firmaba su descenso a la Segunda División. Todo apuntaba que el Barça terminaría la Liga invicto pero el Levante de Francisco López Fernández se cruzó con los de Ernesto Valverde en el Ciutat de València. El encuentro terminó 5-4 a favor de los blaugranas locales, dejando al Barça sin récord de imbatibilidad.

El FC Barcelona – Real Sociedad puso punto y final a la temporada culé. Un partido con homenaje doble a dos mitos que dejaban los clubes de su vida: Andrés Iniesta por parte del Barça y Xabi Prieto para el equipo vasco. Coutinho puso la guinda del pastel marcando el único gol de la noche.

Andrés Iniesta y Xabi Prieto antes del encuentro. Foto: Noelia Déniz, VAVEL.com
Andrés Iniesta y Xabi Prieto antes del encuentro. Foto: Noelia Déniz, VAVEL.com

Un global de temporada con doblete que se puede resumir con la eliminación en los cuartos de final de la Champions League frente a la Roma, la victoria de la Copa del Rey en el Wanda Metropolitano y el título de Liga después de una gran estabilidad a lo largo de la temporada, una imbatibilidad rota en la jornada 37 y con 99 goles a favor, equipo más goleador de la Liga, y tan solo 29 goles encajados.

Una leyenda del barcelonismo tratada como tal en el último partido de la temporada. Foto: Noelia Déniz, VAVEL.com
Una leyenda del barcelonismo tratada como tal en el último partido de la temporada. Foto: Noelia Déniz, VAVEL.com