El Real Valladolid prepara el vital choque, que tendrá lugar este jueves, ante el Sporting de Gijón. El partido, que supondrá la ida de las semifinales del Play-Off de ascenso a la Primera División, enfrentará a dos viejos rivales, dos históricos en la categoría principal del fútbol español pero que, por unas cosas o por otras, se encuentran luchando en esta durísima promoción de ascenso. Optimismo en el Pucela, que viene de hacer un fantástico tramo final de temporada, pero que acusa ciertas bajas de auténtico renombre.

La principal ausencia este jueves será la del centrocampista Míchel Herrero. El de Burjasot, completamente descartado durante la etapa de Luis César Sampedro al frente del banquillo blanquivioleta, había vuelto a entrar en la rotación con el nuevo técnico, Sergio González. Sin embargo, y a diferencia de lo habitual, Herrero no se situaba en la zona de ataque, sino que actuaba como complemento de Borja en la medular, obteniendo, todo sea dicho, un buen rendimiento. Su tarjeta amarilla ante Osasuna, transcurrida media hora de partido, le condena a la suspensión de cara a este crucial enfrentamiento, para el que todavía no hay un sustituto definitivo. Amonestado también ante el Numancia, Cádiz, Rayo Vallecano y Huesca, el valenciano verá, probablemente, su recambio en Anuar, que podría tener una de las grandes oportunidades en su corta carrera.

El centro del campo también echará en falta las presencias de Luismi y Antonio Cotán. Luismi, jugador que en ciertas ocasiones de la temporada ha perjudicado al equipo dadas sus reiteradas expulsiones, venía siendo, durante toda la temporada, el acompañante de Borja Fernández en el medio; si bien, una lesión en el ligamento colateral tibial, el pasado 28 de abril ante el Cádiz, le ha apartado de los terrenos de juego, con un período de baja indefinido. Por su parte, Cotán no contaba para Luis César Sampedro. Disputando escasos minutos en muy pocos partidos, el jugador cedido por el Sevilla se rompió el menisco externo de la rodilla derecha, hace tan solo un mes, por lo que su temporada concluyó antes de tiempo.

La última baja con la que el Real Valladolid afrontará esta cita histórica es la del central Deivid. El canario, central titular durante el presente curso, no comenzó 2018 de la mejor forma posible. Siendo duramente criticado por un sector de la afición, pero arropado por una amplia mayoría, el jugador de 29 años experimentó una "lesión muscular de grado III con rotura del tendón directo del músculo recto anterior del cuádriceps derecho", según cita el parte médico oficial. Con un período de baja que oscilaría entre los tres y los cuatro meses, el ex-jugador del Córdoba lleva parado desde comienzos de febrero, hecho que ha permitido a Fernando Calero asentarse en el centro de la zaga. Con la noticia, hace un par de semanas, de que ya tocaba balón, es todavía una incógnita si Deivid podrá entrar en alguna convocatoria, justo en el momento en que se le relaciona con la Unión Deportiva las Palmas.