El Numancia jugaba ayer el partido más importante del año, la ida del playoff de ascenso a 1ª División y Marc Mateu fue consciente de ello. El extremo izquierdo del ataque soriano fue un quebradero de cabeza para los visitantes, que se vieron obligados en numerosas ocasiones a pararlo con falta.

Y es que Marc Mateu ha sido un fijo en los onces de Jagoba Arrasate durante esta temporada. El jugador valenciano ha jugado todos los partidos del Numancia en liga y únicamente han sido dos las ocasiones en las que no ha salido de inicio. Pese a llegar el final de la temporada, al extremo se le ve en estado de gracia. En la noche de este miércoles, sus asociaciones con Saúl, Diamanka, Íñigo Pérez y Guillermo fueron fundamentales para generar ocasiones de peligro. Destacando entre ellas un sombrero a Borja Iglesias para acabar cediendo el balón de tacón a Íñigo Pérez y generar una transición rápida de los de Jagoba Arrasate.

La polivalencia fue una de las características de Marc Mateu ayer, incorporándose a ayudar en acciones defensivas a su lateral derecho Saúl. El extremo estaba prácticamente en todas las zonas del campo y solo se desesperó ante las continuas acciones al límite de jugadores visitantes sobre él. El '21' soriano reclamaba al colegiado que le señalara faltas o que amonestara a los futbolistas maños, aunque sin éxito.

La banda izquierda del cuadro soriano el miércoles fue su mejor aval de cara a la vuelta del playoff en Zaragoza y esto, en gran medida, es debido a Marc Mateu. Su entendimiento con Julio Álvarez, el eterno capitán rojillo que volvió tras 14 meses de lesión, puede ser también uno de los factores a tener en cuenta en el choque de vuelta en La Romareda. Todos los ojos estarán puestos en sus botas.