A lo largo de una temporada en la categoría más igualada y competitiva del fútbol español, la Liga 1|2|3, es normal que todos los equipos pasen por buenos y malos momentos. Momentos en que la suerte está de tu parte y el equipo parece imparable, y momentos en los que no ves una salida posible para cambiar la dinámica o conseguir los resultados que cumplan los objetivos marcados al inicio de la competición. El fútbol es un deporte de emociones y como tal, resulta lógico que los resultados más positivos se produzcan cuando se goza de una plenitud física y moral.

Precisamente, el peor momento del curso para el conjunto manchego está motivado por el grave accidente que sufrió Pelayo Novo en la concentración del equipo en Huesca el pasado 31 de marzo. Ese día, el corazón de toda la parroquía albeceteña se paró y el fútbol dejó de tener importancia. Un jugador de la plantilla se debatía entre la vida y la muerte, era momento de rezar porque el jugador asturiano saliese adelante y, afortunadamente, Pelayo ha ido evolucionando de manera favorable en los últimos meses y se está recuperando de sus lesiones físicas en el Hospital de Parapléjicos de Toledo.

Un golpe anímico dificilmente reparable

Aquel 31 de marzo, algo se apagó en un equipo que se encontraba a ocho puntos del descenso y a ocho de los playoffs de ascenso. A partir de ese fatídico día, el Alba no ha conseguido ganar un partido y ha sumado la peor racha de resultados de su historia reciente: cinco puntos de los últimos treinta, bagaje pésimo que ha obligado a los manchegos a jugarse todo en la última jornada. Afortunadamente para los de Enrique Martín, el colchón con la parte baja de la clasificación logrado gracias a unos números de ascenso hasta la jornada 30, ha propiciado que el Alba haya mantenido la categoría.

Enrique Martín en el Albacete | Foto: J.Mondéjar para VAVEL
Enrique Martín en el Albacete | Foto: J.Mondéjar para VAVEL

Sin embargo, el equipo debe hacer autocrítica del final de temporada pésimo, pues no ha sido capaz ni de ganar en la última jornada en el que se jugaba la salvación ante un Tenerife sin nada en juego. Si bien es cierto que lo de Pelayo fue un gran golpe para toda la plantilla, no es menos cierto que el equipo bajo las prestaciones de manera preocupante. Esta situación, unida a las bajas de varios pesos pesados de la plantilla como Saveljich o Gorosito, propició que el Alba se jugase todo el trabajo del curso en un único partido.

Para más inri, esta fatídica racha, "se ha llevado por delante" a Enrique Martín, que no continuará al frente del proyecto manchego la próxima campaña. Tanto los aficionados como la directiva, consideran necesario un cambio en el banquillo para afrontar el curso que viene, algo que era impensable hace apenas dos meses, pues el técnico de Campanas hizo del Alba un equipo tremendamente competitivo y los resultados acompañaban. Ahora, el Albacete tiene el reto de buscar un recambio acorde al técnico navarro y hacer una plantilla competitiva para conseguir la permanencia en la Liga 1|2|3.