Lo que era un secreto a voces se confirmó ayer a mediodía: Rubén de la Barrera anunciaba a eso de la una y media de la tarde que renunciaba al cargo de entrenador de la Cultural Leonesa ante los medios de comunicación citados en la sala de prensa del Reino de León. Su marcha de la entidad leonesa deja en su carrera un currículo como entrenador de luces y sombras.

El coruñés compareció ante los medios junto al director general, Felipe Llamazares, quien el día anterior había dado a conocer la situación del club actualmente. Pero hoy la palabra la tenía el protagonista: de la Barrera: “León puede estar tranquila y confiada. No hay motivo para la preocupación”, aseguraba el ya exentrenador de la Cultural. “Siento la pérdida de categoría y admito la máxima de las responsabilidades, ya que cuando un objetivo grupal no se logra, la mayor culpabilidad recae sobre el entrenador. Además de responsabilidad, faltó que se dieran algunos factores positivos y el mantenimiento de una buena dinámica para lograr la permanencia”.

Rubén de la Barrera dice adiós a la Cultural, por el momento: “Esto es un hasta luego. León se ha ganado un trocito de mí y guardaré siempre un hueco en mi corazón para esta ciudad y su gente. Desde hoy, soy un aficionado más de la Cultural”.

Respecto a las preguntas realizadas sobre su valoración a cargo del puesto de entrenador del club, su respuesta es clara y fácil de entender, ya que califica como inmejorable el primer año tras alcanzar el ascenso a Segunda División; mientras que su última etapa en León la cataloga como positiva en cuanto al proceso, pero negativa si tiene en cuenta el resultado final.

Pero la cuestión que todo el mundo esperaba era la de su fichaje por la Real Sociedad: como se produjo y por qué en ese momento tan crucial de la temporada para el equipo donde se jugaba la permanencia. El técnico fue contundente: “Hay cosas que no dependen de Rubén. A ninguna de las partes involucradas nos gustó que saliera la información en ese momento”.

Por nuestra parte, la cuestión realizada se centró en la debilidad del equipo en los partidos como visitante, ya que en la mayoría de ellos la Leonesa perdía ya en los primeros 15-20 minutos de juego. Ante ello, Rubén dio claros ejemplos en los que había variado la táctica empleada: “En Carranza intentamos plantear un estilo mucho más directo y al descanso íbamos 2-0 abajo. Otro ejemplo fue el de Lugo, en que planteamos un partido con cinco defensas y al final acabamos realizando uno de los peores encuentros de toda la temporada”.

En ningún momento de la rueda de prensa, de la Barrera se arrugó y siguió respondiendo cada una de las intervenciones de los periodistas. Una de las últimas fue si echó en falta la incorporación de algún jugador en el mercado invernal: “Cuando las cosas salen mal es una pregunta típica. No eché en falta a ningún jugador y si el objetivo final no se logró fue por los que estamos aquí y no por los que no están”, afirmó.

Así pues, Rubén de la Barrera se despide de la Cultural Leonesa, el equipo con el que ha crecido como entrenador y el que le ha abierto las puertas del fútbol profesional. La Cultural es de Rubén y Rubén es la Cultural.