Llegó el final de la temporada para el Sporting de Gijón y, con él, las amargas despedidas de los futbolistas que, a pesar de defender la elástica rojiblanca en la temporada 2017/18, no continuarán en el equipo el próximo curso. ¿Los motivos? De todos los colores: la finalización de la vinculación contractual con el club, el término de una cesión o, simplemente, el deseo del propio jugador de cambiar de aires. El verano es sinónimo de cambios, más si cabe en el mundo del fútbol.

Días atrás, futbolistas como Nano Mesa o Jordi Calavera se valían de las redes sociales para despedirse de la afición asturiana y este miércoles le ha llegado el turno a Michael Santos, el máximo artillero del equipo en la presente campaña y uno de los jugadores más queridos por la afición por su entrega en cada partido.

"¡Esta vez de verdad!" pensarán los seguidores más activos del ariete uruguayo. Y es que hace algunos días Peter, el perro de Santos (sí, habéis leído bien, su perro), optó por despedirse de Gijón, ciudad en la que aseguraba haberse sentido como en casa, y de la afición del Sporting. Al final todó resultó ser una falsa alarma. El propio Santos se encargó de desmentir la información, asegurando que él no era el encargado de manejar la cuenta de su mascota en las diversas redes sociales. Surrealista se mire por donde se mire.

Todo apunta a que Santos defenderá los colores del Málaga CF, equipo que se encuentra en propiedad de sus derechos, en la temporada de su refreso a la categoría de plata del fútbol español. Sin embargo es bien sabido que el verano se hace demasiado largo para aquellos clubes cuyos futbolistas han llamado la atención de los ojeadores. En la costa del sol esperan un mercado estival, cuanto menos, "movidito".