Termina la temporada y el Real Zaragoza se ha quedado a las puertas del ansiado retorno a la máxima categoría del fútbol español. Sin embargo, no se le puede quitar mérito al gran año que ha hecho el equipo, en especial durante la segunda parte de la temporada. Gran parte de este mérito se debe a Borja Iglesias, considerado por muchos aficionados blanquillos como el mejor jugador del equipo este año.

Desde que se anunciara su fichaje por el conjunto zaragozano, la ilusión en torno a él fue máxima. Cientos de personas fueron a recibirle en La Romareda el día su presentación, que contó con la sorpresa del rapero Kase-O, ídolo del ariete gallego. Esa atmósfera que se respiraba aquel caluroso día de julio solo fue el presagio de una bonita historia de amor que iba a tener Borja vistiendo los colores del Real Zaragoza.

Pronto, aquel tímido chico que debutaba por primera vez en el futbol profesional, demostró su gran valía. Le sirvió una buena pretemporada y un buen comienzo liguero para meterse al fiel aficionado zaragocista en el bolsillo. Ya en el segundo partido de la temporada, frente al Granada en La Romareda, el delantero abrió su cuenta goleadora con la elástica blanquilla. Tan solo un fin de semana después, Borja Iglesias conseguía un doblete para darle los tres puntos al Real Zaragoza en Córdoba. Aquel partido fue la carta de presentación del hasta entonces desconocido Borja Iglesias, que le sirvió para que los focos empezaran a ponerse sobre él.

Al final de la primera vuelta el gallego ya manejaba una buena cifra goleadora para ser un debutante en Segunda División, con nueve goles en veinte partidos. Sin embargo, la cuenta de goles podría haber sido más elevada si el Real Zaragoza no hubiera sufrido el gran bajón colectivo que tuvo a finales del año pasado.

En la segunda parte de la temporada es en la que Borja ha demostrado su mejor versión. Muchas de sus actuaciones han asombrado a propios y extraños. Como si estuviera tocado con una varita mágica, todo lo convertía en gol. Con sus treces dianas en 2018, ha sido uno de los grandes artífices de que el sueño de retornar a Primera División casi se cumpla.

Borja Iglesias ha demostrado que posee una gran eficacia de cara a la portería rival, sumando veintidós goles en toda la campaña.  Sin embargo, el gallego tiene otras grandes cualidades. Posee un amplio abanico de recursos que le hacen ser un delantero muy completo y muy difícil de parar para las defensas. Pese a su corpulencia y fuerza, es un jugador veloz, y está bien dotado técnicamente. Sabe aguantar el balón de espaldas a portería como muy pocos, y también distribuye con acierto. Además, su implicación y garra en cada partido es admirable, dejándose el alma partido tras partido. Es en definitva el delantero que toda afición quiere para su equipo.

Legado en el zaragocismo

La eliminación frente al CD Numancia cayó como un jarro de agua fría en Borja Iglesias. El atacante pretendía seguir jugando en el Real Zaragoza la próxima campaña, ya que confiaba en el ascenso. Cuando el árbitro indicó el final del partido, Borja se vino abajo y lloró desconsoladamente en el césped de La Romareda.  Eran las lágrimas de un futbolista que sentía los colores, de un zaragocista más de corazón. El vigués había encontrado su sitio en Zaragoza, tanto a nivel profesional como personal. Es un futbolista muy querido y respetado por la afición. Además, Borja ha hecho un gran grupo de amigos (“El Círculo”), que el mismo ya considera como  sus hermanos.

El hueco que deja Borja Iglesias será muy difícil de llenar. Aquel risueño futbolista que se presentó en Zaragoza, con poco que perder y mucho que ganar, ha sabido llegar a todos los corazones maños. No cabe duda de que el camino de Borja Iglesias con el Real Zaragoza se volverá a encontrar, y que tarde o temprano volverá a vestir la camiseta blanquilla. Por eso toda la afición solo puede decirte gracias y hasta pronto Panda.