Desde comienzos de 2017 la dirección del Real Zaragoza tomo la decisión de dar un volantazo a la situación que estaba viviendo el club con la contratación de Lalo Arantegui. Como venía siendo habitual en las últimas temporadas, el zaragozano tenía la ardua tarea de construir un equipo desde prácticamente cero. Desde el comienzo se notó el cambio. El Real Zaragoza comenzaba a tener en nómina un amplio número de jugadores donde destacaba, sobre todo, el grupo de canteranos.

El nacimiento del nuevo león

Con este cambio de aires en la disciplina blanquilla arrancaba la temporada. Natxo González, también recién aterrizado, tenía ante sí la difícil tarea de dirigir un barco que partía de cero.

El inicio resultó prometedor, la afición blanquilla disfrutaba con el juego de un equipo al que se le veía un potencial y con buen trato de pelota. El único inconveniente era que existían grandes dificultades para ganar. Natxo creyó encontrar la tecla en aquella semana con tres partidos (Numancia, Lorca y Osasuna) donde el equipo logró sumar siete puntos.

Finalmente resultó ser un espejismo y el equipo no logró encadenar una buena racha de victorias. Al Real Zaragoza le quedaba la satisfacción de la Copa del Rey donde los maños disputaron una eliminatoria a doble partida frente a un equipo de Primera División, el Valencia CF.

Momentos difíciles

Con la llegada de noviembre y diciembre, el equipo pasó sus peores momentos. Durante estos dos meses el Real Zaragoza tan sólo logró ganar dos partidos (Rayo Vallecano y Sporting). El conjunto blanquillo llegaba a las vacaciones de Navidad con el descenso más cerca de lo esperado y los fantasmas de la temporada anterior comenzaban a aparecerse.

Natxo González comenzaba a ser cuestionado y el director deportivo, Lalo Arantegui, refrendaba la posición del técnico, le daba salida a Valentín que no contaba, y fichaba a Alfaro y Perone.

Tras el empate ante el FC Barcelona B, el Real Zaragoza abría una nueva etapa en la temporada.

La súper vuelta

El Real Zaragoza comenzaba una segunda vuelta que acabaría siendo histórica. El conjunto blanquillo llegó a sumar seis victorias consecutivas y tan sólo ha perdido cuatro partidos y ha empatado dos. Cuarenta y siete puntos en la segunda vuelta que significaron la mejor vuelta en la historia del Real Zaragoza en Segunda División y la clasificación para el playoff.

El crecimiento del equipo vino acompañado de un cambio de esquema y algunos cambios en el once. Además, algunos jugadores que aún no estaban adaptados a la categoría dieron el salto que se esperaba de ellos. El Real Zaragoza terminaba la temporada regular asustando a los rivales por su nivel de juego.

Doloroso playoff

El Real Zaragoza y la afición llegaban al playoff con la esperanza de firmar una temporada histórica. Los aragoneses se enfrentaban al Numancia en la primera ronda del playoff con la moral por las nubes tras acabar tercero en liga.

Finalmente, tras el empate a una en tierras sorianas, el Real Zaragoza caía en el último minuto de la eliminatoria tras fallar un sinfín de ocasiones. Los blanquillos ponían punto y final a una gran temporada donde crecieron como equipo y como futbolistas pero que no ha podido ser.