La derrota ante el Numancia puso fin a la temporada zaragocista el pasado 9 de junio y ahora toca pensar ya en la siguiente, más ilusionante que nunca y con toda la afición unida y concienciada de que, si no ha sido este año, el siguiente tiene que ser el año del ascenso.

Mientras, es tiempo para el análisis de lo que ha dado de sí esta temporada en el Real Zaragoza. Una de las mejores líneas -han sido buenas todas- ha sido el centro del campo. Un centro del campo comandado por Eguaras desde la implantación de Natxo González del mágico rombo que tan buenos resultados dio en la segunda vuelta. Un centro del campo que ha sido de los mejores de la categoría por creatividad, liderazgo, posesión, calidad, recuperación...

Íñigo Eguaras

9| Maestro. El navarro no comenzó bien la temporada, pues Zapater y Javi Ros eran la pareja fija en el doble pivote del año pasado y tenían ganada la titularidad con ese sistema. No entraba demasiado en los planes de Natxo, y cuando entraba no se sentía del todo cómodo con el sistema 4-2-3-1 con doble pivote.

Sin embargo, el técnico vasco decidió cambiar de esquema tras el parón navideño. Un cambio que le vino de lujo a Eguaras, pues le dejaba libre y solo en su posición de pivote en un rombo con dos interiores y un mediapunta por delante. Eguaras se convirtió en la batuta del Real Zaragoza, dirigiendo el juego y mandando en defensa, ordenando a sus compañeros en ambas facetas y firmando actuaciones sobresalientes que hacían del juego del Real Zaragoza un juego extraordinario y bonito. Visión de juego, pase, recuperación, calidad técnica, inteligencia... Íñigo Eguaras.

En cambio, en este tramo final de temporada, el de Ansoáin no ha destacado tanto como a mitad de la segunda vuelta, algo obvio puesto que los rivales lo estudian y se dan cuenta de la importancia de este jugador. Esto hace que Eguaras siempre tenga a alguien rival tapándole y no dejándole jugar cómodo. A pesar de esto, la temporada del navarro ha sido excelente y ha llamado la atención de mucha gente.

Alberto Zapater

9| Capitán. Un año más ha estado don Alberto Zapater al pie del cañón dejándose todo por el equipo de su vida. Un año que no acabó como él deseaba, pero que ha disfrutado mucho, algo que se le notaba. Zapater, al igual que el equipo entero, no destacó mucho a principio de temporada, aunque en la primera vuelta anotó dos goles de bellísima factura mediante faltas directas frente a Oviedo y Huesca.

Al igual que todos, con el rombo vino su mejor versión. A pesar de tener que reinventarse como interior, el ejeano demostró sus cualidades tanto físicas como cualitativas. Un desgaste físico tremendo que implica ayudar mucho en defensa recuperando balones y llegar a zona ofensiva desde segunda línea, cosa que ha hecho que Zapater haya cuajado su temporada más goleadora con cinco tantos.

Todo esto ha aportado el capitán, además de, por supuesto, un liderazgo asombroso en el grupo que le hace ser tan querido entre los más jóvenes del vestuario, aunque también los mayores. Otro año magnífico de Alberto Zapater, que seguirá luchando por el ascenso con el equipo de su corazón.

Javi Ros

8| Todoterreno. El tudelano ha firmado tercera temporada en el club, lo que le hace uno de los más veteranos del Real Zaragoza. Ros también ha tenido sus momentos en esta temporada, con lesiones y sanciones que le impedían tener mucha continuidad.

Aun así, ha vuelto a demostrar de lo que es capaz y a ganarse el cariño de la gente con su trabajo y su sacrificio por el escudo, algo innegable. Es cierto que ha tenido partidos mejores y partidos no tan buenos, pero su dedicación es algo que no se le puede achacar. Al igual que Zapater, ha destacado su tremenda capacidad física para jugar de interior en este sistema del rombo y en este tramo final de temporada ha vuelto a tener protagonismo, turnándose el puesto con Raúl Guti y con Zapater en menos ocasiones.

Raúl Guti

8| Corazón. El canterano se ha destapado como una de las sensaciones de esta temporada, ya que comenzó la pretemporada con ficha del filial aunque con el primer equipo. Llamó la atención de Natxo González y finalmente se quedó en la primera plantilla.

Raúl Guti también ha destacado en la segunda parte de la temporada en la posición de interior, pues posee las mismas cualidades físicas que Zapater y Ros, además de tener una notable calidad técnica y salida de balón. Ha cuajado notables actuaciones, todas con mucho sacrificio y corazón, un corazón blanquiazul. Sin embargo, una lesión a final de temporada le dejó fuera de los últimos partidos y de los playoffs.

Aleix Febas

8| Eléctrico. Febas comenzó la temporada como uno de los mejores jugadores del Real Zaragoza, uno de los diferentes. Su habilidad con el balón y su verticalidad daban un aire especial al conjunto aragonés, pero poco a poco fue perdiendo protagonismo y no se encontró tan bien como al principio debido al sistema de juego. La posesión y la calma con el balón no favorecen su estilo de juego y se vio superado en algunas ocasiones por Buff, su compañero en la mediapunta del rombo.

Muy buenas actuaciones en muchos partidos, pero también malas como en El Sadar, cuando fue sustituido antes del descanso. Tampoco las lesiones le dejaron volver al 100%. Pero en el tramo final de temporada volvió a aparecer con fuerza, y llegó a los playoffs en buena forma tras su buen partido en Barcelona. Cuajó buenas actuaciones en la eliminatoria ante el Numancia, pero no fueron suficientes.

Oliver Buff

7| Mago. Al suizo le costó entrar en la dinámica del grupo debido al idioma y la aclimatación necesaria. Febas le ganaba la partida en muchas ocasiones a pesar de haber empezado como titular la temporada. Sin embargo, con la llegada del rombo y el sistema de juego, unidos a su cada vez mejor integración, Buff tuvo un papel más importante y una serie de partidos donde demostró de lo que es capaz.

El juego del Real Zaragoza le venía como anillo al dedo, pues es un jugador muy de dos o tres toques y de mucha calidad, así como de detalles técnicos. Varias asistencias de lujo y un gol de falta al Lugo sostienen estas afirmaciones. Pero ni las lesiones ni su falta de continuidad le han dejado ser regular y constante en el Real Zaragoza.

Alain y Alfaro

6| Apenas han tenido minutos esta temporada. Alain tuvo su momento cuando se turnaba el lateral izquierdo con Ángel, y no dejó malas sensaciones, pero con la aparición de Lasure quedó fuera de cualquier plan. Alfaro llegó en invierno y su participación ha sido má s bien testimonial. Ambos son jugadores de banda y en el sistema del Real Zaragoza no cabían futbolistas de este perfil, por lo que no han podido demostrar su valía.