El Villarreal, que cerró la temporada con un empate a dos ante el Real Madrid en el estadio de La Cerámica, concluyó el campeonato con 50 goles recibidos en las 38 jornadas disputadas, lo que supone la peor campaña defensiva de las últimas seis.

Así, el conjunto dirigido por Javier Calleja, que sustituyó a Fran Escribá, ha recibido, de media, 1,32 goles por partido, entre Sergio Asenjo (23), Andrés Fernández (2) y Mariano Barbosa (13), una cifra a la que no se acercaba desde la temporada 2011-12, la que concluyó con el fatídico descenso a Segunda División.

En aquella temporada, los 53 tantos recibidos condenaron al equipo al descenso y es que acabó en 18º posición con 41 puntos, aunque la diferencia con la temporada actual fue el número de tantos marcados, pues ahora ha sumado 57 y entonces consiguió 39.

Tendencia positiva en los últimos años

Los números defensivos de la presente campaña ponen fin a una tendencia de mejoría en el registro de goles recibidos durante las últimas cuatro temporadas. Y es que el Submarino no se ha caracterizado por ser un conjunto muy goleador desde su regreso a Primera División. En la temporada de su regreso a la máxima categoría, el curso 2013/2014, el Submarino concluyó sexto con un balance de 60 goles a favor y 44 en contra

A partir de ahí, los números defensivos han ido mejorando, convirtiendo al Submarino en una de las mejores defensas de las ultimas temporadas. En la temporada 2014/2015, el Submarino encajó 37 dianas frente a las 48 que materializó. En la 2015/2016,  los 44 goles que anotó se rentabilización gracias a los 35 que encajó, siendo la cuarta mejor defensa del campeonato aquella temporada solo por detrás de Atlético, Barcelona y Real Madrid, una fortaleza que le valió clasificarse para la previa de la Liga de Campeones. Por ultimo, en la 2016/2017 ambas cifras mejores, tanto la de goles anotados (56) como de encajados (33). Una mejoría que no le sirvió para repetir puesto Champions ya que quedó quinto con 67 puntos, a cinco de los puestos que dan acceso a la máxima competición continental. 

Temporada 17/18

Esta temporada, con el fin de segur por la buena linea en materia defensiva, la entidad de Vila-Real se hizo con los servicios de Ruben Semedo por 14 millones de euros procedente del Sporting de Lisboa. Una cantidad que demostraba la fuerte apuesta de Fernando Roig y la dirección deportiva por el prometedor lateral portugués. A esto se le unió la vuelta de Adrian Marin, que concluía su cesión en el Leganés.

A estos cambios en la defensa con respecto a la anterior temporada se le unía la marcha de Jose Angel, que regresó al Oporto, y la destacada de Mateo Musacchio que, tras nueve temporadas, dejaba 18 millones en las arcas amarillas y un hueco difícil de cubrir siendo uno de los defensas con mejor cartel de Primera División.

Finalmente, la defensa del Villarreal 2017/2018 quedaría formada por Victor Ruiz, Alvaro Gonzalez, Ruben Semedo, Daniele Bonera, Jaume Costa, Adrian Marin, Mario Gaspar y Antonio Rukavina. Una defensa que, con respecto a la de la ultima temporada, ha visto como al Submarino le han encajado 17 goles más (33 frente a 50) y en la que ha habido algunos puntos negros.

El más notorio ha sido Ruben Semedo. El futbolista portugués, que venía con la vitola de ser un recambio de garantías en el centro de la zaga, ha destacado más por sus problemas extradeportivos que por sus actuaciones en el cesped. Con 5 partidos jugados, el lateral luso fue suspendido de empleo y sueldo en el conjunto groguet a raíz de la imputación de los delitos de homicidio en grado de tentativa, lesiones, amenazas, detención ilegal, tenencia ilícita de armas y robo con violencia por parte de la Jueza del Juzgado Número 6 de Llíria.

Además, la irregularidad ha sido una nota predominante en la zaga del Submarino Amarillo. Capaz de ejecutar partidos soberbios como ante el Real Madrid (0-1) o los dos ante el Valencia (0-1 y 1-0) y también de realizar encuentros para el olvido en materia defensiva (4-0 ante el Getafe o 5-1 ante el Barcelona).

Además, las prestaciones en la retaguardia fueron decayendo ya que si el Submarino Amarillo acabó la primera vuelta con 21 goles encajados (siendo, momentáneamente, la octava mejor defensa del campeonato), en la segunda la cifra aumentó a 29, concluyendo el conjunto groguet la temporada con 50 tantos en contra. Unos vaivenes que han condenado al Submarino y que tratará de reconducir la próxima temporada.