Ser socio del Nàstic no es abonarse a un equipo de fútbol, es abonarse al sufrimiento constante. La temporada de los grana finalmente se saldó con la salvación en la última jornada, pero los tarraconenses se pasaron toda la campaña dando muestras de poca solvencia. Los aficionados catalanes son conscientes que la permanencia se debe más al poco nivel mostrado por sus perseguidores que al propio mérito del Nàstic. El combinado grana terminó en 15ª posición, empatado a puntos con el Reus y el Alcorcón.

La temporada de los catalanes estuvo marcada por la efimeridad de los técnicos. El primer entrenador fue Lluís Carreras, que duró sólo cuatro partidos. El de Sant Pol de Mar obtuvo únicamente un punto –ante el Reus Deportiu- en sus cuatro primeras jornadas. Tras su salida, el recambio fue Rodri, con el que empezaría la sorprendente buena racha como visitante.

La suerte de Rodri

El inicio de Rodri fue inmejorable. Los tarraconenses se llevaron sus primeros tres puntos de la temporada ante el Albacete (3-1) en el Nou Estadi. Más adelante ganaron a uno de los candidatos para el ascenso, el Granada, por 2-0 y le endosaron una sonrojante goleada al Córdoba (1-5) en su propio feudo.

Rodri en el partido en La Romareda (1-1). Fuente: La Liga 123
Rodri en el partido en La Romareda (1-1)

Pese a este buen inicio, el equipo de Rodri no se le recordará por un gran juego. Los grana hicieron del no jugar a nada su estilo de juego y de las victorias fuera de cosa su manera de sobrevivir. De los 27 puntos que dejó Rodri en el casillero, 17 fueron a domicilio. El barcelonés fue destituido más por la imagen que daba el equipo que por los resultados, los cuales sólo eran reprobables en el Nou Estadi. Rodri dejó al Nàstic a seis puntos del descenso y empatado con Lugo y Osasuna como mejores visitantes.

Segundas historias nunca fueron buenas

El escogido para reconducir el rumbo de la nave grana fue Nano Rivas. El manchego ya había tomado las riendas del equipo en las últimas tres jornadas de la temporada anterior, que acabaron en victoria y en la salvación de los tarraconenses. Nano tenía un equipo para no sufrir excesivamente. Varios jugadores de renombre recalaron en la entidad grana durante el periodo de invierno. Fali, Matilla, Pleguezuelo, Dimitru, Arzo, Javi Márquez y Álvaro Vázquez llegaron para reforzar las líneas que más habían sufrido durante la temporada.

Nano en Lorca durante uno de sus peores partidos. Fuente: La Liga 123
Nano en Lorca durante uno de sus peores partidos. Fuente: La Liga 123

A Nano se le mimó, se le defendió y se le dieron infinidad de oportunidades. Tanto la afición como la directiva creían que era el definitivo, que la garra demostrada en esas últimas tres jornadas perduraría en la presente campaña. El manchego tensó la cuerda en más de una ocasión, pero algunos triunfos esporádicos le dieron aire para mantener su puesto. Los cinco partidos sin ganar y en particular las derrotas ante Sevilla Atlético y Lorca –rivales ya descendidos- acabaron por terminar con la paciencia de la parroquia grana.

El triplete de Gordillo

La destitución de Nano vino acompañada del cese del director deportivo, Emilio Viqueira. Des de la grada de animación del Nou Estadi hacía tiempo que le pedían al presidente que echara a Viqueira. Incluso se encaró con algunos aficionados que le increparon tras la derrota ante el Tenerife (1-2).

Con sólo tres jornadas por delante y a un punto del descenso, los grana estaban abocados a otros tres partidos de infarto. José Antonio Gordillo sería el encargado de obrar el milagro.

Piña del equipo tras la remontada ante la Cultural. Fuente: La Liga 123
Piña del equipo tras la remontada ante la Cultural. Fuente: La Liga 123

El primer escollo era un rival directo, la Cultural Leonesa. A los 17 minutos los visitantes ya ganaban 0-2 y la cara mostrada por el Nàstic no daba esperanzas para la remontada. Los que criticaron a los nastiquers durante el descanso, tuvieron que tragarse sus propias palabras tras los cinco goles en la segunda parte (5-3). Un Huesca ya ascendido fue la siguiente víctima de los catalanes (0-1), aunque con acusaciones de amaño. El plácido partido contra el Rayo Vallecano, rival también ascendido, en el Nou Estadi cerró la agónica temporada del Nàstic. 

Las dos caras del Nàstic

Los tarraconenses fueron capaces de lo mejor y de lo peor. De victorias heroicas como la de Vallecas (2-3) y de partidos espantosos como el 0-4 del Sporting en casa. Esas dos caras se vieron en el ya mencionado partido ante la Cultural Leonesa. Posiblemente es uno de los partidos más importantes de la temporada, puesto que por una parte les otorgó tres puntos vitales y por otra cargó a los jugadores de autoestima para afrontar los dos últimos partidos.

Si miramos los peores partidos de los tarraconenses seguramente no nos pongamos de acuerdo con cuál es el peor, la gran mayoría fueron para olvidar. Pero uno en particular hizo sonar todas las alarmas y creó una situación de desconcierto en el seno de los aficionados. La derrota en Sevilla, ante un equipo ya descendidó, introdujo el miedo del descenso – a solo un punto- y forzó la destitución de Nano y Viqueira.

El escudo macedonio

Muchos jugadores ofrecieron actuaciones memorables durante la campaña. El final de Xavi Molina, la resurrección de Barreiro, los goles de Álvaro Vázquez o la vuelta de Fali fueron determinantes para mantenerse en la categoría. Pero quien realmente marcó las diferencias fue el portero Dimitrievski. Sus actuaciones salvaron los muebles en múltiples ocasiones al Gimnàstic. La excelente campaña del portero con más paradas de la categoría ha despertado interés de algunos clubes de primera división.

Dimitrievski colocando la barrera en el Miniestadi. Fuente: La Liga 123
Dimitrievski colocando la barrera en el Miniestadi. Fuente: La Liga 123

Un Nàstic en liquidación

En las últimas semanas múltiples jugadores granas han anunciado su marcha, ya sea por finalización del contrato, por fin de la cesión o por venta. La lista es alargada y casi interminable, pero entre ellos destacan tres de los cuatro capitanes –Xavi Molina, Sergio Tejera y Juan Muñiz. Además, jugadores que han brillado durante la temporada, como Dimitrievksi, tienen varias ofertas de primera división sobre la mesa.

La última salida conocida es la de Jean Luc, que llevaba en el Nàstic desde la época de Segunda B. El costamarfileño volvió a dejar buenas sensaciones en la recta final de la temporada, pero el club tarraconense no ha creido necesaria su renovación. Se le gira trabajo al nuevo director deportivo, Arnal Llibert.

Notas del equipo

Portería (8): el guardameta grana ha sido el jugador más destacado durante la temporada y sus paradas han mantenido con vida a los nastiquers.

Defensa (6): la línea de cuatro (Kakabadze-Molina-Arzo-Abraham) de la recta final transmitió buenas sensaciones. Pero la zaga dejó mucho que desear a nivel defensivo durante la temporada, protagonizando auténticos bodrios de partido.

Mediocampo (5,5): hasta la llegada del mercado de invierno el mediocampo era inexistente en Tarragona. Maikel Mesa, que acabó siendo suplente, era el único que destacaba en la medular. La llegada de Javi Márquez, Matilla y, sobre todo, Fali le devolvieron la dignidad al mediocampo grana.

Delantera (6,5): su actuación durante la campaña se vio supeditada a la de los mediocampistas. Cuando les tocó decidir no fallaron y su puntería fue la clave en muchos partidos en los que los grana produjeron oportunidades de gol con cuentagotas. La llegada de Álvaro Vázquez supuso un auténtico salto de calidad.