El segundo partido de Fernando Hierro al mando de la selección española inició con modificaciones al once titular: dejando a Koke fuera, reemplazándole con Lucas Vázquez; y con Dani Carvajal de vuelta al lateral derecho. El objetivo era simple, sumar de a tres para mantener el pulso con Portugal por el primer puesto del grupo B y quitarse la presión de los iraníes que ganaron su primer compromiso contra Marruecos. 

España dejó claras sus intenciones desde el comienzo del encuentro. El dominio de 'La Roja' que vistió de blanco en Kazán fue el factor común durante toda la primera mitad. Desde el arranque hubo acciones fuertes que culminaron en falta y necesitaron de la atención del colegiado Cunha Soca, después bajó la intensidad física, pero el juego no tuvo la competitividad que se habría esperado. El combinado español se estableció en el campo de Irán, tocando a placer y buscando abrir los espacios que por momentos parecían inaccesibles por lo cerrada de la defensa planteada por Carlos Queiroz. 

España tuvo 72% de posesión en la primera parte.

A pesar de que España encerró a los contrarios en su mitad, no pudieron concluir sus jugadas con peligro, Diego Costa no se encontraba cómodo en sus recepciones y el más activo fue David Silva al igual que Isco. 'El chino' fue causante de las acciones más llamativas de la selección ibérica durante la primera mitad, primero, cobró un tiro libre adecuado para su pierna zurda, el cual quedó en las manos de Beiranvand; el segundo fue un intento de chilena entre varios defensores iraníes y no pudo rematar a gusto para abrir la cuenta. El malagueño fue el volante con más proyección y regate, sirviendo pases rasos, aunque sin hallar un receptor. 

'La Roja' culminó la primera mitad con más del 70% de posesión y más de 400 pases efectivos, cifras que superaron de manera estratosférica a las hechas por Irán en la primera parte, la cual fue dominada a placer por los de Fernando Hierro aunque sin poder ir al vestuario con la ventaja parcial a causa de la fortificada defensiva iraní. 

Busquets hizo actuar a Beiranvand con un disparo colocado a la escuadra, el arquero voló y con una mano extendida evitó el 2-0 que pudo ser lapidario. La segunda parte comenzó con un susto para los españoles, un disparo del '10' iraní, Ansarifard, aprovechó un espacio dentro del área tras un saque lateral, su remate cruzó el mar de piernas español e impactó el lateral de la red, quedando nada más en un susto. Los de Hierro empezaron con más intensidad en ataque, de ello parte el gol de Diego Costa para abrir la lata a los 54 minutos, un pase de Iniesta abrió la zaga, el delantero del Atlético recibió y disparó con la zurda, su remate fue desviado por Pouraliganji, el balón golpeó nuevamente en la rodilla de Costa y tomó dirección a la red, abriendo la cuenta y siendo el tercer gol del naturalizado español en el torneo. 

Irán estuvo cerca de igualar el partido minutos después, al 57, Ezatollahi remató un centro al área tras un tiro libre el cual pasó la línea de gol, los asiáticos celebraron con todo el banquillo hasta que el colegiado anuló la jugada dado que antes del disparo, recibió el balón por parte de Azmoun estando en posición adelantada. El VAR lo respaldó y España respiró nuevamente tras el susto

Tras ello, España no generó mayor peligro e Irán aportó con algunas oportunidades de peligro, incluyendo un cabezazo de Taremi que pudo ser la conclusión de una jugada bien hilvanada por los de Queiroz, en la cual Piqué fue víctima de un túnel al borde del área previo al centro que Taremi no pudo concretar con la anotación del empate, mandándolo encima del travesaño defendido por De Gea. Irán cedió más espacios a España en la caza del empate que jamás llegó. 

Foto: RFEF
Foto: RFEF

Las acciones del partido no pasaron a más. Isco era el más activo en el frente, aunque sin poder culminar las jugadas por la bien conocida técnica individual que no favorece a las asociaciones con otros jugadores mejor posicionados. Las vulnerabilidades de España fueron bien cubiertas y el uso de los extremos españoles causaron una sensación de mayor peligro por las bandas. Sin embargo, la entrada de Asensio y la de Rodrigo no aportaron al resultado final. Con el resultado, España iguala a Portugal en la cima del grupo B, con la mente puesta de antemano en el enfrentamiento contra Marruecos el próximo lunes con el liderato del grupo en juego.