El Sporting ha finalizado la temporada sin conseguir el objetivo que se había marcado a principios de esta y que no era otro que conseguir el ascenso a Primera División, por lo que las dudas sobre la planificación deportiva encabezada por Miguel Torrecilla no paran de surgir.

En su primer año como Director Deportivo sportinguista, Torrecilla puso al frente del vestuario a todo un veterano de los banquillos como es Paco Herrera y fichó a diez jugadores, alguno de ellos eran nombres ya conocidos para la afición gijonesa como era el caso de Stefan Scepovic, mientras que otros eran apuestas personales como el defensa colombiano Juan Quintero.

Durante la primera mitad de la temporada el equipo no terminaba de encontrar su juego, sufriendo constantes cambios tácticos en el once titular y dejando serias dudas, aunque algunos de los fichajes estaban dando un buen rendimiento en el terreno de juego, caso de Rubén García, Álex Bergantiños, Fede Barba, Jordi Calavera, Álex PérezMichael Santos, que acabaría siendo el máximo goleador de la temporada en el conjunto rojiblanco y, a su vez,el mayor acierto de Miguel Torrecilla.

Por otro lado, también hubo jugadores que apenas contaban con minutos, ya fuese por las lesiones o porque no acababan de dar el nivel, tal y como les pasó a Álex López, Xandao o Scepovic. Además, cabe recordar que estos dos últimos abandonaron la entidad gijonesa en el mercado invernal.

Con el mercado de fichajes abierto en enero, Torrecilla buscó un lavado de cara al equipo para afrontar de la mejor manera posible lo que quedaba de campaña, por lo que tras la marcha de los anteriormente citados Xandao y Scepovic y el cambio de entrenador (de Paco Herrera a Rubén Baraja), el salmantino comenzó a negociar la llegada de algunos refuerzos que ayudasen al equipo. De esta manera aterrizaron en Gijón hombres como Hernán Santana procedente de Las Palmas, Jony del Málaga, Guitián del Valladolid y Nano del Eibar. Con estos jugadores se buscaba gol, desborde y trabajo defensivo tanto en el medio del campo como en el eje de la zaga.

El Sporting consiguió encadenar una buena racha de resultados y llegó a pelear por el ascenso directo tras una mala primera mitad de la temporada. Sin embargo, la falta de jugadores que fuesen de la confianza de Rubén Baraja para entrar desde el banquillo hizo que la plantilla llegase agotada físicamente a los últimos encuentros de la temporada y finalmente fuese derrotada en la primera ronda del playoff por el Real Valladolid.

Una vez terminada la temporada, los jugadores que estaban cedidos han vuelto a sus respectivos equipos, algunos dejando una gran huella en el corazón de la afición rojiblanca, como es el caso del uruguayo Michael Santos. Otros, por contra, no serán tan recordados...

Con sus luces y sombras, con sus aciertos y con sus fallos, Miguel Torrecilla ha sido un buen Director Deportivo para unos y malo para otros. Ahora tiene por delante una nueva temporada y una nueva oportunidad para hacer la mejor plantilla posible de cara a un año en el que se antojará muy difícil el ascenso y de esta manera dar la razón a los partidarios del salmantino o, por el contrario, a sus detractores.

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