Una semana y media después de caer derrotado ante el Real Valladolid por un global de 5-2, Diego Mariño disfruta de sus vacaciones y atiende a El Comercio con la mente puesta en el nuevo proyecto rojiblanco, aunque con el final de temporada aún muy presente: “Le doy vueltas a las jugadas. Me vienen a la cabeza partidos de todo el año pero hago todo lo posible por desconectar y hacer borrón y cuenta nueva”.

El portero gallego será uno de los pilares del nuevo equipo rojiblanco y salvo que se produzca un giro inesperado en el mercado veraniego, Mariño será el guardameta titular para la temporada 2018/19. “Siempre he dicho que estoy muy a gusto en Gijón, tanto yo, como mi familia. Me siento muy identificado con el Sporting y los aficionados. La gente me trata muy bien. Ojalá pueda estar muchos años en el club”, afirma Mariño, al mismo tiempo que reconoce que este ha sido su mejor año a nivel personal. “Creo que las paradas que pude hacer sirvieron para algo. Creo que estuve a un buen nivel, igual que el equipo. Ha sido el mejor porque ha acompañado el nivel individual y colectivo, aunque al final no pudiéramos lograr el objetivo, que lo afea”, declara a El Comercio.

Una de las claves del bajón del Sporting en la última fase de la competición fue el físico: “Pagamos caro el esfuerzo que hicimos en la segunda vuelta, con toda la remontada. Son muchos partidos y es inevitable que eso se note. Físicamente no llegamos igual que estábamos en febrero, marzo o abril”.

En cuanto a la continuidad de Rubén García, un viejo conocido suyo: “He intentado comerle un poco la oreja. Estuvimos juntos dos años en el Levante y uno en el Sporting, por lo que tenemos mucha amistad, explica Mariño sobre un Rubén García que “ha sido una pieza fundamental y nos puede aportar mucho el próximo año. Ojalá vuelva con nosotros”, se sincera el que, para muchos, ha sido el mejor portero de la Segunda División.

Con la mirada puesta en el futuro, Mariño desvela los ingredientes que debe tener el ‘nuevo Sporting’. “Debe ser un equipo muy equilibrado, que defienda bien, que tenga un buen fondo de armario. Y luego, claro, si podemos tener arriba un tío que nos marque 25 goles…sería perfecto”, explica el portero rojiblanco entre risas. Muchas claves y una sola meta: “ser un equipo y encontrar una regularidad desde el inicio”, unos factores que se antojan fundamentales de cara a conseguir el ansiado ascenso a Primera División.