El Real Zaragoza termina la temporada 2017/2018 con el amargo sabor de la eliminación de los playoffs. Los blanquillos partieron de cero el verano pasado y poco a poco fueron escalando puestos en la clasificación.

Un grupo de jugadores jóvenes, que no se conocía entre sí y muchos también desconocían la categoría. Así fue como este gran Real Zaragoza se fue moldeando y mejorando en todas sus líneas hasta alcanzar la tercera plaza en la última jornada.

Madurez con el paso del tiempo

Se podría decir que el Real Zaragoza comenzaba la temporada 2017/2018 sin haber terminado la anterior. La llegada de Lalo supuso en cambio total en la dirección deportiva del club y, sobre todo, en la confección de la plantilla. Dado el gran número de entradas y salidas el mercado se apuró al máximo, pero la mayoría de la plantilla ya se conoció en la pretemporada.

Así pues, el Real Zaragoza comenzó su andadura teniendo dificultades para ganar, pero mostrando un gran nivel de juego. Pasaban las jornadas y el equipo empeoraba su juego, no lograba ganar y llegaba a Navidad en una situación delicada.

Tras las vacaciones de Navidad el Real Zaragoza cambió radicalmente. Tras el empate contra el Barça B, los blanquillos lograrían una victoria muy importante frente al Tenerife. Esta victoria supondría un punto de inflexión solo interrumpida por la derrota frente al Granada y el empate en Alcorcón.

Finalmente y tras firmar la mejor vuelta de su historia en Segunda División, el Real Zaragoza acaba tercero en la clasificación con la esperanza de lograr el ascenso en los playoffs. Sin embargo, el resultado fue otro y el conjunto maño estará una temporada más en La Liga 1|2|3.

Seis victorias seguidas

El Real Zaragoza realizó una autentica escalada en la segunda vuelta donde encadenó diferentes rachas. La mejor de ella fue la que supuso la consecución de seis victorias consecutivas y a la que se le puso fin en la Romareda en el sorprendente partido frente al Sevilla Atlético.

Lugo, Tarragona, Oviedo, Numancia, Lorca y Osasuna fueron las víctimas del Real Zaragoza. Durante los diferentes partidos se vieron mejores y peores actuaciones, pero los blanquillos siempre ganaban.

Estás seis victorias supusieron el distanciamiento con el playoff, la consolidación en la mitad de tabla y la entrada en la pugna por la promoción. Desde este punto al final de temporada el Real Zaragoza avanzó con paso firme y, aunque tropezando en algunos partidos, culminó una segunda vuelta histórica.

El golpe más duro posible

Los grandes momentos vividos por el Real Zaragoza durante el 2018 acabaron de la peor manera posible. Tras alcanzar los playoffs, los jugadores del conjunto maño caían derrotados en el último suspiro de la primera ronda de la fase de promoción a Primera División.

Pape Diamanka marcaba de cabeza cuando la eliminatoria parecía marcharse a la prórroga. Un partido en el que el Real Zaragoza tuvo muchas ocasiones claras que no supo aprovechar.

El partido terminó, y un gran número de aficionados permanecieron en el campo arropando al equipo y consolándose unos a otros. 

Borja Iglesias, gol y mucho más

El Real Zaragoza ha tenido varios nombres propios a lo largo de la temporada. Sin embargo, Borja Iglesias ha sido el jugador más importante tanto dentro como fuera del campo.

El delantero gallego llegó siendo un total desconocido para muchos. Desde el principio se mostró cercano con la afición, lo que le aupó hasta convertirse en uno de los grandes ídolos del zaragocismo. El gallego siempre tenía tiempo para una foto, un autógrafo o para contestar a los zaragocistas en redes sociales.

En el campo, Borja justificó con goles el motivo de su llegada a Zaragoza. De la misma manera, el ‘9’ no solo proporcionaba goles, sino que siempre era una salida para el equipo, reteniendo la pelota y haciendo jugar a sus compañeros.

Con el no ascenso del equipo, Borja hará las maletas rumbo a Primera División. Jugador y afición se despidieron en una unión que está condenada a reencontrarse en el futuro.

Objetivo: Continuidad

A pesar del resultado el Real Zaragoza no puede perder todo el trabajo que ha realizado. En los últimos años la afición ha estado acostumbrada a ver como gran parte de la plantilla dejaba el equipo y como un buen puñado de jugadores ponía los pies en la Romareda por primera vez.

La labor de Lalo Arantegui ha sido el artífice de este cambio. Ahora, aunque con la mayoría de la plantilla en nómina, el zaragozano tratará de mantener a los pesos pesados del vestuario en la plantilla.

En la parcela de llegadas, el Real Zaragoza ya ha incorporado a Igbekeme, Diego Aguirre y Jeison Medina. Además, con la salida de Natxo al Deportivo de la Coruña, Imanol Idiákez será el encargado de dirigir al conjunto blanquillo.

Candado en la portería

La portería ha sido un auténtico cerrojo durante toda la temporada. Álvaro Ratón, que comenzó la temporada, realizó buenas actuaciones que, sin embargo, se vieron mejoradas por el arquero argentino Cristian Álvarez.

Álvaro Ratón comenzó la temporada como titular. El gallego mostró tener la calidad suficiente para ser portero en Segunda realizando grandes paradas. Sin embargo, Natxo decidió darle la oportunidad a Cristian Álvarez, lo que acabó relegando al guardameta español al banquillo.

La llegada de Cristian Álvarez al Real Zaragoza supuso una auténtica incógnita. Tras su puesta a punto se ganó la confianza del entrenador y acabó siendo uno de los pilares fundamentales del equipo. Con el calificativo de santo durante gran parte de la temporada el rosarino ha regalada grandes tardes bajo los palos destacando aquella tarde en El Sadar en la que supo mantener al equipo ante el aluvión de llegadas de Osasuna.

Reparto de minutos en defensa

La línea defensiva del Real Zaragoza ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo de la temporada. Casi todos los jugadores han gozado de oportunidades de hacerse un hueco en el once, pero han sido Lasure, Verdasca, Mikel y Benito los favoritos del entrenador.

En el lateral izquierdo, Ángel y Oyarzun tuvieron sus minutos al inicio de la temporada para convencer al entrenador, sin embargo, no fueron capaces y el canterano, Daniel Lasure, se convirtió en intocable.

En la posición de central, los jugadores han sufrido una mayor rotación por diferentes circunstancias. Parece que el luso y Mikel fueron finalmente la pareja de mayor confianza, pero Grippo y Perone también gozaron de muchos minutos.

Por último, en el lateral derecho se ha vivido un gran debate a lo largo de la temporada. Delmás y Benito no han desaprovechado ni un minuto sobre el tapiz de juego y es por eso que han existido muchas dudas.

Zapater, Eguaras y dos más

En el centro del campo la pugna ha existido a lo largo de toda la temporada, mientras que Zapater y Eguaras han sido dos fijos en la alineación del Real Zaragoza.

Junto a estos dos jugadores siempre han estado Ros o Guti, dos jugadores incansables, que nunca dan un balón por perdido y que además son capaces de combinar y ayudar a Eguaras en la creación.

En la mediapunta, todo parecía indicar que Buff y Febas iban a disputarse el puesto, pero la aparición final de Papu les dejo atrás en la pelea siendo el puesto ocupado por el georgiano.

Al igual que en defensa, el Real Zaragoza ha tenido un buen nivel en el centro del campo a lo largo de la temporada, aunque es cierto que le costó arrancar. Con el paso de los meses y el cambio del sistema, el equipo estuvo más cómodo y el centro del comenzó a jugar mejor.

Borja y Pombo, ¡peligro!

En la delantera no ha habido mucha discusión. Borja Iglesias y Pombo han acabado la temporada demostrando que son los mejores atacantes del equipo. Además, la entrada de Papu les sentó muy bien a los tres y acabaron convirtiéndose en un tridente demoledor.

Vinicius ha estado desaparecido durante casi toda la temporada y Toquero, salvo en los primeros compases de la temporada tampoco ha tenido excesiva presencia. Sin embargo, su situación es muy distinta, pues el brasileño seguramente abandonará el club, mientras que el vasco permanecerá el año que le queda de contrato con la intención de devolver al Real Zaragoza a Primera División.

Hasta luego y gracias

Natxo González abandonó la disciplina del Reus para incorporarse al Real Zaragoza. Con mucho trabajo por delante, el técnico vitoriano demostró como con tiempo se pueden mejorar las cosas.

Su labor fue puesta en duda durante el periodo invernal, pero Lalo Arantegui apostó por mantenerle y este demostró por qué se le había traído al Real Zaragoza. Natxo supo adaptar sus ideas al perfil de jugadores que tenía y una vez conoció a sus jugadores pudo dar respuestas a las diferentes situaciones.

Sin embargo, y pese a la confianza demostrada por Lalo en sus peores momentos, el técnico vitoriano decidió marcharse al Deportivo con el equipo peleando por los playoffs. Este movimiento no sentó bien a nadie y dejó en evidencia el discurso del técnico que siempre apostó por un proyecto a dos años.

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