La Selección Española cerrará la fase de grupos contra Marruecos, y una de las sensaciones de la Roja está siendo el papel de Isco Alarcón. El malagueño se está echando el equipo a la espalda, asumiendo responsabilidades y mostrando una actitud impropia de un debutante en un Mundial. El mago de la Roja es la luz de la selección entre tanta duda que han provocado los resultados anteriores.

Por su parte, una Marruecos ya eliminada ha dejado buenas sensaciones en su juego. La mejor actuación fue la de Ziyech, el mediapunta del Ajax. Él es quien aporta la calidad al juego de Marruecos en la zona de tres cuartos de campo. A pesar de no haber conseguido materializar ninguna de sus acciones, ha dejado destellos de su calidad y seguro que muchos equipos de mayor entidad han puesto sus ojos sobre él.

Dos jugadores similares, con calidad a raudales en sus botas, pero que afectan de forma diferente al juego de sus equipos. Isco atrae con su fútbol a los rivales, se ofrece en zona de creación y es la pieza angular de los ataques de España. Sin Isco no se entiende el desequilibrio por banda izquierda ni las combinaciones en la frontal del área. En cambio, Ziyech es un jugador de últimos metros. Su zona de influencia es mucho más reducida que la de su oponente hoy, y su función no va mucho más allá de la filtración del último pase y el desborde y disparo. Un jugador de pocos toques, contrastando con las interminables conducciones de Isco. 

Los dos trataran de marcar las diferencias en un encuentro con distintas aspiraciones para cada uno. España buscará confirmar su clasificación para octavos, y buscará el liderato del grupo. Marruecos, ya sin nada que hacer, querrá cerrar su participación en Rusia 2018 con una victoria que brindarle a su afición. Los leones del atlas, tras treinta años sin disputar un Mundial, se van en la fase de grupos tal y como se esperaba.