El año de la Cultural Leonesa se puede resumir perfectamente en un año para el recuerdo. A pesar del desenlace final, las 42 jornadas en Segunda se han vivido con absoluta pasión en la capital leonesa.

La Cultural llegaba a Segunda tras un año digno de mención en 2ªB. Partidos como el jugado frente al Racing de Santander o el Celta B despertaron a una ciudad adormecida en el mundo futbolístico y que solo disfrutaba de los triunfos en categoría profesional con el Ademar León.

El resumen general en la categoría es de inestabilidad, incredulidad y sobre todo inexperiencia. Estos tres conceptos llevaron al equipo de Rubén de la Barrera al pozo de 2ªB. Un cúmulo de situaciones, fichajes, etc que no ayudaron a que el grupo tuviera la estabilidad necesaria para mantenerse en la categoría. El Estadio de los Pajaritos fue el testigo del último partido de la Cultural Leonesa en Segunda División, los locales lograron una clasificación para los playoffs que cerca estuvo de dejarles en Primera, plaza que finalmente logró el Valladolid.

Entre los nombres a destacar quedará el del portero Jorge Palatsi, gran valedor de muchos de los puntos logrados por su equipo y artífice de una brillante temporada en una categoría en la que nunca dejó de creer. Dueño de una portería que veía sumar puntos y en la que paesaban más los errores que las sumas. A pesar de algún bache, el portero castellonense siempre ha podido contar con el respaldo de una afición que no le quiere dejar escapar.

Tras el mes de junio a la Cultural Leonesa solo le queda remontar de nuevo el vuelo. Contará con la ventaja de ser uno de los clubes con mayor poder adquisitivo de 2ªB y con la ventaja de recuperar el ánimo de una afición que seguirá arropándoles. Las estadísticas avalan a los recién descendidos y los leoneses quieren volver a formar parte de un sueño que se quedó corto.