Para ser portero hay que demostrar una fortaleza mental superior a la del resto del equipo. Porque el arquero, el que de un simple movimiento de vertical a horizontal, puede decidir la diferencia entre el éxito y el fracaso. Mucho significa la figura del guardameta para un equipo. Como mucho ha supuesto la figura de Aitor Fernández en el Numancia.

Y es que el arquero nacido en Mondragón un 3 de mayo de 1991 ha demostrado, en la temporada, que la Segunda División se le queda pequeña. Con jugadores como Manu Del Moral o Guillermo Fernández en la plantilla, más cabe destacar la gran campaña efectuada por el arquero rojillo. Y bien lo saben los realizadores de LaLiga en su magazine semanal. Ya que, en sus TOP 10 de paradas en cada mes del año, el guardameta vasco siempre tenía uno o más huecos dentro del ranking.

Sin dudas en la portería

Jagoba Arrasate no ha tenido, en ningún momento de la temporada, dudas de qué figura alinear en la portería en cada jornada de liga. Y teniendo a un titular internacional como lo es Munir con Marruecos, más es de destacar la importancia de Aitor en el equipo. 42 jornadas de 42 posibles ha disputado el arquero vasco, y a ello sumando el total de encuentros de playoffs y cuatro encuentros de Copa del Rey. Salvo en el doble partido frente al Real Madrid, el guardameta numantino ha disputado todo lo disputable posible; ya sea liga, copa o amistoso de pretemporada.

Y no es para menos. El meta vasco ha demostrado, en toda la temporada, ser un seguro bajo los tres palos. Capaz de paradas imposibles y de callar a un estadio cuando ya se cantaba el gol. De esa solidez y sensación de seguridad atrás es resumen que el CD Numancia haya acabado la temporada como el cuarto equipo que menos goles encaja y un auténtico fortín en Los Pajaritos.

Tal ha sido la temporada del de Mondragón que pocas no han sido las “novias” de Primera División que le han salido al meta vasco. Levante, Villarreal y Real Sociedad son algunos de los equipos que ahora pretenden al meta del club castellano. Buen parte de su trabajo ha significado la obtención de varios premios otorgados por las peñas del conjunto soriano. Unas condecoraciones que bien podrían haber acabado en posesión de Del Moral o Guillermo, entre muchos otros. Aitor Fernández cierra una temporada en la que solo el no ascenso a Primera División se tiñe como mancha en las expectativas del meta vasco.