La selección española cosechó un empate a dos goles ante Marruecos en la última jornada de la fase de grupos del Mundial 2018 de Rusia. Los pupilos dirigidos por Fernando Hierro consiguieron el gol del empate mediante una magnífica jugada de Aspas que tuvo que ser revisada por el VAR. La suerte hizo que en el otro partido entre Portugal e Irán, también en el tiempo de descuento, hubiera VAR, pero para decretar un penalti para los iraníes que, después de transformarlo, hiciera que La Roja quedara en primera posición.

Los azulgranas que participaron durante el choque no tuvieron un gran protagonismo positivo en el terreno de juego. Gerard Piqué tuvo algún error en defensa que a punto estuvo de dar algún que otro susto a los de Hierro, especialmente en un servicio de banda de los marroquíes que dejó a un jugador mano a mano con un De Gea que consiguió su primera parada del torneo en esa jugada. Busquets, a diferencia de los otros dos partidos, se le vio más fresco y con más seguridad al lado de un exazulgrana, Thiago Alcántara, que tampoco tuvo su mejor día y fue cambiado en la segunda parte.

Iniesta, al que en los anteriores choques se le vio muy discreto, esta vez sí tuvo más protagonismo, tanto negativo como positivo. Negativo en el primer gol de los africanos, que tuvo un malentendido con Ramos que propició el gol de Marruecos. Sin embargo, tras esa jugada volvió la mejor versión del manchego, deleitando con grandes pases, entre ellos el del gol del empate de Isco.

Precisamente, Isco fue el mejor jugador en el choque ante Marruecos. Se mostró muy seguro en el centro del campo dando una tranquilidad que recordaba a la del exazulgrana Xavi Hernández. Además, marcó el gol del empate que hizo respirar a todo un país. Apenas tuvo errores y fue, merecidamente, el hombre del partido.