Que Rubén Castro no jugará en Heliópolis la próxima temporada es algo que ya nadie discute. Tras ocho temporadas defendiendo la elástica verdiblanca (con una pequeña excedencia de seis meses en la Superliga China), el máximo goleador de la historia del Betis hará las maletas de manera definitiva.

El delantero, que ayer cumplió los 37 años, sabe que no será parte del proyecto europeo en el que se embarcará la nave de Quique Setién desde que la próxima campaña dé su pistoletazo de salida. Sin embargo, a menos que haya de por medio alguna negociación que no haya trascendido al público, sigue sin conocer qué camiseta defenderá a partir del próximo mes de agosto.

Los rumores no han cesado y, al parecer, varios clubes se han interesado por la situación del canario. Son los casos de Las Palmas, del Deportivo, del Málaga y del Córdoba. Si recalase en cualquiera de los dos primeros conjuntos no sería nada nuevo para él, pues ya militó en ambos clubes en el pasado. No tuvo la misma suerte, no obstante, en éstos. Y es que mientras en la isla debutó en Primera División y se erigió como el máximo artillero de la categoría de Plata en el curso 2003/2004, en La Coruña, por su parte, apenas contó con minutos. Por el contrario, si marchase rumbo a la ciudad califal podría reencontrarse con el que fue su socio en el Betis durante seis temporadas: Jorge Molina. El de Alcoy tiene todos los visos de abandonar el Getafe y todo indica que el Córdoba podría ser su destino.

En cualquier caso, novias no le van a faltar a Rubén Castro. Su facilidad para ver puerta es su mayor baluarte, y a buen seguro que cualquiera de los equipos mencionados anteriormente firmarían tener al canario en sus filas para buscar el ascenso a la máxima categoría.