Fernando Hierro ha tenido la difícil tarea de decidir y distribuir los minutos durante los partidos de la copa del mundo de Rusia 2018. El seleccionador se encontró con una plantilla ya elegida tras la destitución de Julen Lopetegui. Hierro ha sabido amoldarse a la situación con la intención de llegar lo más lejos posible en la competición, a pesar de caer eliminados en octavos de final tras las tandas de penalti.

El malagueño jugó con los cambios, principalmente de con Iago Aspas y Rodrigo que fueron más recurrentes, pero también les dedicó unos minutos a Lucas Vázquez, Marco Asensio y Thiago.

Sin embargo, hay jugadores que no han disfrutado ni un minuto en el césped más allá de los entrenamientos. Comenzando por la portería, los dos porteros suplentes: Kepa y Reina, que han tenido que convivir con las críticas que ha recibido David De Gea tras sus errores. Sin embargo, más allá de crear un conflicto en la portería, han dedicado su tiempo a apoyarle. Ambos han hecho grupo y han colaborado de la mejor manera para obtener los mejores resultados.

Saúl fue otro de los “no elegidos” y quizás, el más sorprendente. El jugador del Atlético de Madrid podría haber ofrecido unas cualidades como su capacidad para combinar y su tiro desde la media distancia, al parecer necesarias en algunas situaciones de España.

Odriozola, en la defensa, apuntaba ser el claro suplente de Carvajal que no llegó en su mejor momento, como demostró durante todo el mundial. Tampoco tuvo opción cuando Nacho, el sustituto del lateral madridista, se lesionó con buena parte del partido de octavos por jugar. Siguiendo con la defensa, Azpilicueta, con la posibilidad de jugar en cualquiera de los laterales y la opción de ser el tercer central de España, no tuvo la oportunidad de debutar en este mundial.

Nacho tampoco pudo ejercer como central y, aunque es muy difícil quitar a la pareja de centrales con la trayectoria que ambos han tenido con la selección, no hay que olvidar que cometieron errores y no estuvieron al 100%.

Por último, Monreal estuvo a la sombra de su compañero de banda Jordi Alba, que, no fue de los peores, pero terminó muy tocado en el partido frente a Rusia donde Hierro decidió cambiarle por el delantero Rodrigo, frustrando así la oportunidad de Monreal.

En resumen, seis jugadores de la selección española no recibieron ni un minuto de juego a pesar de que el equipo titular no generaba buenas sensaciones desde el principio.