Nunca antes había emocionado tanto una eliminatoria de cuartos de final de un mundial a los aficionados del Atlético. Hasta cinco futbolistas del conjunto rojiblanco se verían las caras en uno de los duelos más sabrosos de la competición estival. En el cuadro celeste, se lucieron en el once titular Diego Godín y José María Giménez, mientras que en la alineación gala se anunciaron los nombres de Antoine Griezmann y Lucas Hernández. Este último, disputando su primer torneo oficial con la selección nacional de Francia, está dando mucho de qué hablar tras convertire en una de las revelaciones del Mundial. Junto a él, una de las estrellas de Deschamps, Antoine Griezmann brilló como siempre y también sufrió. Su compañero de equipo e íntimo amigo, Diego Godín, se queda tristemente a las puertas de la semifinal, y como bien dice sentirse el propio Griezmann, a él también parece haberle compungido la eliminación de su país adopción.

La defensa charrúa, protagonista indiscutible

Si bien ambos centrales uruguayos pertenecen al Atlético de Madrid, lo cierto es que tanto Godín como Giménez se mantuvieron en su línea habitual. El muro celeste dificultó en varias ocasiones el ataque a una espléndida Francia que supo dar donde duele. Dos goles, el primero de Varane y el segundo de Griezmann, pusieron patas arriba a un Uruguay al que no le salieron las cosas bien en ataque. Diego Godín ejerció de capitán, y se mantuvo firme en la presión de la línea defensiva junto a Giménez; aunque el joven central del Atlético se disfrazó de delantero centro en los últimos minutos del partido, intentando esconder la impotencia que terminó mostrando en forma de llanto poco antes del pitido final.

Francia, rey de reyes

Mbappé y Griezmann. Griezmann y Mbappé. Da igual por donde se mire, lo cierto es que las estrellas galas brillaron como nunca, y precisamente de las botas de uno de ellos salieron los dos tantos que acercan a Francia a la final. El de Mâcon bailó por el césped con su habitual soltura; por arriba, por abajo, en el centro... Antoine estaba en todos lados. Primer toque de queda, Griezmann bota una falta a varios metros del área que remata Raphael Varane subiendo el primer tanto al marcador. Poco después, un zapatazo desde el borde del área batió a Muslera, resbalando el balón en sus guantes y colándose en la red charrúa. Definición perfecta de un partidazo para el futbolista del Atlético de Madrid.

También cabe destacar la presencia de Thomas Lemar en el encuentro, y aunque el nuevo fichaje de Simeone no tuvo minutos, se sumó al protagonismo rojiblanco en el encuentro. 

 

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