Siguen las despedidas difíciles en el Real Sporting, después Alberto Lora e Isma López, llega el adiós de otra parte de aquel Sporting de los guajes. Carlos Castro se despide del club tras tres temporadas en el primer equipo, después que que llegara en la 2014/15.

El delantero de Ujo se va traspasado al Mallorca, donde jugará la temporada que viene, equipo que vuelve al fútbol profesional en la campaña que no tardará en comenzar.

La salida del delantero asturiano se venía comentando desde hace algunos meses por el escaso, o prácticamente nulo protagonismo sobre el campo de Carlos Castro, que a penas puso disfrutar de minutos con la rojiblanca esta campaña, y casi siempre saliendo desde el banquillo.

El joven ariete destaca por su olfato goleador cuando goza de continuidad. Aunque su papel en el Sporting siempre fue secundario, de revulsivo, en las segundas partes, conseguía encarrilar los encuentros, arreglarlos de vez en cuando con sus goles, los 21 que ha marcado en estas temporadas en el primer equipo.

Un jugador que nunca dejaba a nadie indiferente, para bien o para mal siempre recogía reacciones y opiniones.

105 partidos y 21 goles con la rojiblanca lo avalan, aunque poco a poco haya perdido protagonismo y continuidad que al final hacen que otro delantero rojiblanco abandone las filas del Sporting y pase a ser un rival más la temporada que viene, en la que Sporting y Mallorca se enfrentarán. Carlos Castro volverá a pisar una vez más el césped de El Molinón – Enrique Castro, Quini, pero lo hará con otra camiseta, y ante una afición que esa vez no celebrará sus tantos, los que tan felices les hicieron en su momento.

Una despedida más, un jugador menos en el Sporting, que pese a las opiniones tan distintas que despertaba, defendió siempre el escudo y la camiseta del Real Sporting de Gijón, de su equipo.

El delantero no quiso dejar pasar la ocasión de su despedida para escribir unas emotivas líneas en sus redes sociales en las que se despedía del club, de todos su trabajadores, de toda la afición y compañeros. "Me voy, pero si algo tengo claro es que vaya donde vaya siempre diré que mi corazón en rojiblanco".

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