El verano llega a su fin para la Real Sociedad y el nuevo cuerpo técnico realista ya está exprimiendo a los jugadores en las instalaciones de Zubieta. Comienza una pretemporada cargada de incógnitas, empezando por los jugadores, que no se sabe quienes se quedarán, y terminando por el nuevo entrenador Asier Garitano, que no se sabe si optará por repetir el estilo que implantó en Leganés, adaptarse al estilo que venía haciendo la Real con Eusebio, o buscar una tercera alternativa.
Adaptable a distintos contextos
Desde que se oficializó su fichaje por la Real, el propio Asier ha dicho que siempre trata de adaptarse a lo que tiene, y que así lo hará esta vez en la Real. Eso puede significar que, teniendo jugadores de claro corte asociativo, la nueva Real seguirá jugando a un fútbol asociativo y vistoso, pero con los matices característicos de Garitano que se basan en la intensidad y en la solidez defensiva.
La otra opción sería repetir su estilo del Leganés, con un 4-2-3-1 fijo y buscando balones largos al espacio sin complicarse demasiado, pero teniendo muy claros los conceptos defensivos tanto de presión como de repliegue. Un estilo que le ha llevado a conseguir todos los éxitos posibles con un equipo modesto entre gigantes, pero menos vistoso.
El técnico de Bergara tiene mucho material a su disposición para jugar al fútbol de toque, de posición y de velocidad con Pardo, Merino, Illarra, Zurutuza, Zubeldia, Capilla, Guevara, Sangalli en la medular, y con hombres de banda que también se mueven para asociarse a la vez que rompen en velocidad como Concha, Januzaj, Oyarzabal o incluso Merquelanz.
Habrá que ver cómo termina jugando la Real de Garitano, pero todo indica a que no lo hará igual que en el Leganés y que podría convertirse en una nueva versión del fútbol que venía haciendo el equipo donostiarra, pero siendo más segura. El inicio liguero lo dirá.
Una trayectoria interesante
El técnico de Bergara llega a San Sebastián con un currículum envidiable en cuanto a equipos modestos se refiere. Su mayor logro es conseguir ascender al Leganés de Segunda B a Primera y mantenerlo en la máxima categoría española dos temporadas, una cosa de locos. También ha pasado fugazmente por los banquillos del Orihuela, Alcoyano, Castellón y Alicante. Será su primera experiencia en un club de más entidad, pero su pasado le avala.