Cuenta atrás para el regreso a los terrenos. A falta de un mes para comenzar LaLiga 1|2|3, y poder saber cómo se desarrollarán los enfrentamientos cruciales, el Sporting de Gijón sigue ultimando sus fichajes con las llegadas de André Sousa, Molinero y André Geraldes. La afición espera con ansias el regreso a los terrenos de juego de su equipo para poder vibrar con sus goles y lamentar las oportunidades falladas en una categoría en la que un error puede pasar muchísima factura al cabo del tiempo.

Para conocer su debut en la categoría de plata hace falta remontarse a la temporada 1928-1929, donde el club asturiano quedó cuarto en la clasificación. Así estarían durante trece largos años hasta que en la temporada 1943-1944 conseguirían el ansiado ascenso a la Primera División del fútbol español por primera vez desde su creación en 1905. Su escasa experiencia les haría perder la categoría tres años después, en la temporada 1947/1948, cuando regresarían a la Segunda División quedado en la décimocuarta posición, teniendo en cuenta que no había demasiados equipos por aquellos tiempos.

El Sporting de Gijón disputó muchas temporadas en Segunda División, registrando un récord de once seguidas entre los años 1959 y 1970, aunque muy cerca se quedan los diez que pasaron desde 1998 hasta 2008, año grabado por el regreso a la élite del ilustre cántabro Manolo Preciado. En los últimos años disputó tres temporadas seguidas entre 2012 y 2015 y ésta última finalizada hace exactamente un mes.

Para la generación de los ascensos de los años 2008 y 2015 hablar del Sporting en Segunda División es hablar de algo común, de algo que toca vivir durante varios años. Nada más lejos de la realidad hace ver que esto es cierto, pues el sabor de disputar encuentros en la élite junto a históricos del fútbol español es algo que se da como el Cometa Halley, solo pasa una vez cada 100 años.

Jugadores del Sporting de Gijón durante un encuentro | Fotografía: Apo Caballero
Jugadores del Sporting de Gijón durante un encuentro | Fotografía: Apo Caballero

No todo fueron desgracias, ya que los últimos momentos donde los sportinguistas más disfrutaron con su equipo fue en los dos ascensos. En 2008 la ilusión regresaba a Gijón atraída por Manolo Preciado, un maestro de origen cántabro que supo ver los defectos del equipo para potenciar, de una gran manera, las virtudes que este equipo poseía. Un ascenso como tercer clasificado hacía ver el sufrimiento de aquella temporada tan recordada por los que pudieron vivirla tanto dentro como fuera de Asturias.

El ascenso de 2015 sigue sin tener palabras, y eso que se está ya en el 2018, puesto que fue algo muy sufrido por todos los aficionados. Una temporada histórica con los de la cantera, con los “guajes” de la casa, hizo ver que el producto de Mareo sí era efectivo y que se debía de potenciar se tuviese o no sanción económica. Parece ser que esta pasada temporada se intentaba buscar algo parecido, pero una mala racha a última hora y los desastrosos playoffs de ascenso hicieron ver que todo era un espejismo y que la temporada no podía acabar como los cuentos, con un final feliz para todos.

Esta próxima temporada reúne a históricos equipos tales como Deportivo, Elche, Mallorca, Las Palmas, Real Oviedo y Málaga entre otros, sin olvidar al refundado Extremadura que vuelve a posicionar a Extremadura en el panorama del fútbol profesional tras las desapariciones del Badajoz, Mérida y del antiguo Extremadura, entre otros muchos equipos.