Villarreal y Huesca llegaron ayer a un acuerdo para que el central Rubén Semedo se incorpore cedido al conjunto oscense la próxima temporada. El central amarillo se encuentra en libertad condicional desde hace una semana, tras el pago de la fianza, que constaba de 30.000 euros. Anteriormente, el jugador groguet había permanecido atrapado por cinco meses en el centro penitenciario Picassent, en Valencia. Estaba en prisión preventiva desde el pasado 22 de febrero, tras la sentencia del juez de instrucción.

Rubén Semedo fue detenido el 20 de febrero por robar a un hombre atándolo, reteniéndolo y golpeándolo. Fue acusado de delitos de homicidio en grado de tentativa, delitos de lesiones, detención ilegal y robo con violencia. Dos días después, el juez dictó su prisión preventiva.

Hay que recordar que Semedo ya tenía expedientes y se había visto envuelto anteriormente en casos de este tipo. Estuvo entrometido en otros episodios delictivos, como peleas, agresiones, amenazas y posesión de armas ilegales.

El Villarreal fichó al defensa el pasado verano por 15 millones de euros. Por aquel entonces, el jugador luso militaba en las filas del Sporting Club de Portugal. Además, también fue internacional con la selección portuguesa sub-21 hasta en ocho ocasiones.

Sus grandes condiciones físicas y su prometedor futuro hicieron interesarse al club castellonense, que no se lo pensó dos veces. Sin embargo, Roig y su junta directiva no repararon en lo más importante, su pasado delictivo. El portugués se crió en un barrio muy problemático de Lisboa, lo que influyó y mucho en el comportamiento de Semedo.

El jugador había protagonizado diversas salidas nocturnas por Valencia. Eso puso en alerta a la directiva, que ya intentó cederlo el pasado mercado invernal, antes de que ocurriera aquel funesto episodio. Sin embargo no pudo debido a sus muchas lesiones.

El club, sabiendo que la presencia del jugador era mala para el grupo, ha alcanzado un acuerdo de cesión en el intento de que se consolide como jugador en Huesca.

Así, la vida le ha dado una nueva oportunidad a Semedo. De él depende cambiar su actitud y tomarse el fútbol de una manera profesional.