Como en toda España, el tema de la religión en Asturias siempre da mucho que hablar, aunque al ser una región norteña, el tema se trata con algo más de recelo. Sin embargo, hay un símbolo religioso que escapa a todo tipo de creencias y al que todos los asturianos, religiosos o ateos, respetan y admiran con una gran devoción, y ese es la Virgen de Covadonga, también llamada la Santina.
Es fácil encontrar imágenes de la Virgen en los coches o casas asturianas, y como equipos que se sienten pertenecientes a la región y a pesar de que entre sus seguidores cuentan con gente de diversas creencias, tanto Real Oviedo como Sporting de Gijón acuden todos los años a Covadonga para cumplir con la tradición de ofrecerle sus respetos a la Virgen. Allí además, se hace la típica ofrenda, en la que directivos y capitanes "obsequian" con regalos y flores a la Santina, como forma de petición para que ayude en la consecución del ascenso.
Si ya en su día cantó el célebre músico Melendi: "Porque Asturias es mi patria, y sincera es su bandera, Covadonga la Santina más bonita de la tierra", es de esperar que en cada pretemporada, el Real Oviedo (al igual que su rival de categoría) cumpla con una tradición que viene de hace varios años, y aquellos que son ateos, tampoco ven este gesto como algo estrictamente religioso, sino como una manera de conectar con Asturias y sus gentes, a las que el club azul representa, y para los que la Santina significa algo muy importante. Así pues, los integrantes de la primera plantilla, acompañados de varios futbolistas del filial, como de técnicos y equipo directivo, han hecho su viaje a Covadonga tras el entrenamiento matutino en el Carlos Tartiere.
Cabe destacar, además, que este año la ofrenda a la Santina ha coincidido el mismo día del 15 aniversario de la bajada a los infiernos del Real Oviedo en el año 2003, cuando el club azul descendió administrativamente a Tercera División después de que sus propios jugadores denunciaran a la entidad carbayona por impagos. Quizás esto sea una señal del destino de que esta será la temporada en la que se cierre el ciclo y se suba a Primera División, o quizás, simplemente, se trate de mera casualidad.