Comenzaba el partido animado, primero se adelantaba el Real Madrid, tras una larga posesión llevando la pelota de lado a lado, Gareth Bale filtraba un buen balón para Carvajal, que la ponía perfecta para que Benzema rematase de cabeza a placer, pero no le iba a durar mucho la alegría a los blancos, porque en el minuto cinco y tras una buena primera parada de Keylor, el balón le llegaba a Higuaín en la frontal y con el interior de su pie derecho ponía la pelota en el palo más lejano dónde el costarricense no podía llegar. No se calmó el partido tras estos dos goles tan tempraneros, pues Bale avisó con un disparo lejano que detuvo bien Donnarumma, y minutos después con una internada por la banda izquierda marca de la casa que cortó Musacchio antes de que Benzema pudiera rematar.

Repetía Lopetegui la idea de jugar que jueguen con libertad todos los atacantes lo que provocaba que tanto Asensio, Bale, Benzema e incluso Isco apareciesen por zonas diferentes del campo, el Milán por su parte planteó un partido mucho más defensivo y táctico, con cinco defensas cuando no tenían el balón y tratando de hacer daño al contraataque o sino buscando la superioridad en banda para evitar pérdidas en zonas comprometidas.

Minutos de calma después de un inicio tan loco

Tras varios minutos de mucha más calma tuvo una muy buena ocasión Kessie que llegó incluso a superar a Navas pero estuvo atentísimo Marcelo para despejar la pelota antes de que entrara en la portería blanca, mejoraba notoriamente el Milán con el paso de los minutos, Bonaventura hizo que Keylor se tuviera que esforzar al máximo para detener un gran lanzamiento de falta, no solo disponían los italianos de las mejores ocasiones sino que lograban que se jugara a un ritmo más bajo que es lo que les interesaba. Respondía el Real Madrid al dominio milanista con una buena ocasión tras un mal despeje de la zaga italiana.

Finalmente, y justo antes del descanso, Bale cazaba un balón suelto en el área, tras un mal despeje en un córner, y fusilaba a Donnarumma con la derecha que a pesar de tocarla no lograba evitar el tanto, con el 2-1 se llegó al descanso

Segunda mitad marcada por los cambios

Iniciaba la segunda mitad con los habituales cambios de los partidos  de pretemporada, en el Real Madrid se retiraron Casemiro y Marcelo, pocas sorpresas, pues para ambos era su primer partido de pretemporada, los encargados de sustituirles eran Ceballos y Nacho. Mucho más tranquilo el inicio de la segunda mitad que el de la primera, ambos equipos tratando de tener el control de la pelota y mostrándose mucho más serios en defensa, además que los continuos cambios por parte de ambos entrenadores hacían que el ritmo del partido se viera interrumpido continuamente.

Poco que destacar en los siguientes veinte minutos, sin embargo, fue salir Carlos Bacca por un ovacionado Higuaín y la cosa se animó con dos ocasiones muy seguidas para los italianos que no se habían acercado a la portería de Navas en esta segunda parte. La primera ocasión se le marchó desviada y la segunda hizo que el costarricense se esforzara al máximo para realizar la parada de la noche a un disparo cruzado de Bacca.

El Real Madrid se dedicaba a mover la pelota con sentido y a estar bien posicionados, pero el equipo parecía tener ya la cabeza en la SuperCopa de Europa que se va a disputar este próximo miércoles en Tallin, por eso mismo decidió Lopetegui que setenta minutos eran suficientes para el resto de los titulares que habían comenzado el partido y dio entrada a siete nuevos cambios, los más sonados las entradas de Modric y Vinicius, este último levantó al Bernabéu en el primer balón que tocó con un tacón precioso, hay muchas esperanzas puestas en el joven brasileño por parte del aficionado madridista.

Modric, Vinicius y Ceballos pusieron el espectáculo en los minutos finales

Mejoró mucho el Real Madrid con los cambios, recuperó el hambre que había perdido, y dispuso el equipo blanco de múltiples ocasiones, liderados por Modric, Ceballos y Vinicius, los tres dieron una auténtica exhibición en estos minutos, el croata y el de español tanto de pases como quiebros, movieron el equipo y a los rivales a sus anchas, el brasileño dio una auténtica demostración de su técnica y desparpajo, no paró de regatear y de atreverse, sin embargo, su único disparo a puerta fue bloqueado por un defensor.

Al final acabó llegando el tercer gol de los blancos, tras una buena acción de Modric, Mayoral remataba de cabeza a puerta vacía un balón despejado por Donnarumma, con este resultado se llegaba al final del partido, el Real Madrid levantaba por vígesimo octava vez el trofeo Santiago Bernabéu.