Una nueva temporada se ve en el horizonte, una nueva campaña en la categoría de plata del fútbol español espera ansiosa su comienzo, llena de equipos con ansias de hacerlo bien, llegados de la humilde Segunda División B, o de la prestigiosa Primera División, todos llegan para buscar un mismo objetivo, una regularidad que los lleve a lo más alto.

Pero antes de que se enciendan los focos y ruede el balón, siempre está la telonera, la que empieza a calentar los motores para la gran competición, la pretemporada.

Una pretemporada invicta

El balón volvió a rodar en el verde de Mareo, el Sporting vuelve tras las vacaciones con la inevitable emoción e ilusión de todos los años en el aire, un equipo que quiere volver a lo más alto. Se quedó a dos partidos la pasada temporada, tras una campaña con muchos altibajos, pero que se pudo remontar, aunque sin conseguir el objetivo.

Los focos se encienden en Gijón, con impaciencia por la llegada de nuevos fichajes a Mareo. Rubén Baraja dirigió su primera sesión con el Sporting, el técnico pudo comenzar la temporada con su equipo desde el principio.

Las inseguridades y preguntas aterrizaban, había escasez de jugadores, no se veía llegar ninguno nuevo, tirando del filial para tener suficientes, y aun así, todavía faltaban salidas.

Fuente: Diego Blanco (VAVEL)
Fuente: Diego Blanco (VAVEL)

En vistas del comienzo del campeonato liguero, el Sporting comenzaba con los amistosos ante un equipo "paisano", se enfrentaría en primer término al Lealtad, en Les Caleyes el 18 de julio. Partido superado, victoria sportinguista por 1-2, pese a que el conjunto local se adelantó; el Sporting remontó con goles de dos jugadores del filial, Pablo Fernández y Gorka Santamaría. Pese a la falta de jugadores en ataque, concretamente para el delantero centro, el Sporting vio como dos jugadores del filial daban la victoria al equipo. Quizás el delantero esté en casa.

Tres días después del encuentro ante el Lealtad, los rojiblancos se enfrentarían al Pontevedra en Avilés. Rubén Baraja dirigía su segundo partido de preparación, que tuvo un buen dominio por parte del Sporting, que apretaba en zona ofensiva, únicamente amenazados por los contraataques de su rival. Un partido de gran acoso ofensivo sportinguista que terminó con tablas en el marcador (1-1).

Al Sporting le quedarían cuatro partidos más para cerrar su agenda de partidos amistosos. Tras el empate en Avilés, el club se dio un festín de goles ante el Sestao. Los de Rubén baraja les endosaron un 0-5, y dos victorias más ante Langreo (2-0), Cultural (0-1), y otros dos empates, ante el Chaves, y ante un equipo de Primera División, el Getafe, ambos encuentros terminaron 0-0.

¿Qué esperar del Sporting?

Escasas dos semanas para que comience el espectáculo en la Segunda División, una Segunda con más históricos que nunca, probablemente será una de las más competidas de los últimos años, debido al nivel de los clubes que se encuentran en ella. Históricos que por unas u otras causas se ven en la categoría de plata, y todos querrán luchar a la vez para estar de nuevo en la élite.

Históricos entre los que se encuentra el Real Sporting de Gijón. Un Sporting que tiene la experiencia suficiente en Segunda, más después del curso pasado, de cómo la regularidad es clave en una competición como la categoría de plata.

Un Sporting que sobre seguro se marcará el mismo objetivo que la pasada campaña, el objetivo que tantos persiguen, que es el del ansiado ascenso a Primera División. Un proyecto levantado para conseguirlo de nuevo, un entrenador que llevó al equipo a playoffs después de caer en picado en la categoría, y que podrá comenzar la temporada después de la preparación con su equipo.

Un proyecto que comienza, un año más, de cero, y que buscará la regularidad, el factor clave para triunfar en Segunda División y llegar enteros a la recta final. Muchos partidos en las piernas, que deben llegar descansadas a un fin que puede ser pletórico o un sufrimiento constante.

Fuente: Diego Blanco (VAVEL)
Fuente: Diego Blanco (VAVEL)

Este Sporting comenzará la temporada con el apoyo de su afición un año más, que no ha faltado a la cita de la renovación de sus abonos, o se ha estrenado como "dueños" de un pedacito de El Molinón – Enrique Castro Quini. Unos aficionados que buscan un año más ver la victoria reflejada en sus jugadores, la ambición y el futuro de su equipo.

Las sensaciones entre los sportinguistas son dispares, ilusión o resignación. Ilusión en aquellos ojos que ven una nueva oportunidad de ascender a la gloria y codearse con los mejores, una oportunidad más de demostrar que pese a los baches y las malas decisiones, su equipo podrá resurgir y hacerse de nuevo dueño del fútbol en Segunda.

La resignación entre aquellos que ven un equipo deshecho, siempre comparado con los anteriores, con el pensamiento de que las cosas se podrían haber hecho mucho mejor en el verano. Aquellos que se fueron y se podrían haber quedado, o aquellos que pudieron venir y no vinieron. Una gestión que se cree se verá reflejada en el campo.

Unas con otras, el Real Sporting comenzará una temporada más en Segunda División, la segunda seguida que reúne diferentes sensaciones en torno al equipo rojiblanco, que ajeno a todo, sigue preparándose para el comienzo de una nueva temporada en Gijón, una campaña más en El Molinón – Enrique Castro Quini, que siempre despierta opiniones, emociones e ilusión en una afición que, sensaciones a parte, espera ansiosa ver de nuevo en el campo, en la competición, al Sporting.