Todo arrancó un mes de agosto, el Real Valladolid empezaba una temporada ilusionante tras no perder ni un sólo encuentro en toda la pretemporada, pero la primera en la frente: el conjunto que dirigía Luis César Sampedro iniciaba el curso 2017/18 con una derrota por 1-2 ante el FC Barcelona B. Este mes de agosto dejaría un gran vacío en la plantilla del equipo castellano, Jose Arnaiz marchó traspasado al FC Barcelona en el final del mes. Estos reveses se apaliaron de alguna forma con la primera victoria en liga frente al Sevilla Atlético a domicilio (1-2).

A partir de septiembre, el Real Valladolid iría cuál montaña rusa. Los partidos que jugaba en casa, el conjunto de Luis César Sampedro era un equipo fiable, que ganaba la mayoría de sus encuentros; pero al alejarse de tierras castellanas, la cosa era muy distinta. El Valladolid tenía números de equipo de descenso a Segunda División B. Con el entrenador de Vilagarcía de Arousa, el equipo vallisoletano solamente logró ganar fuera de casa ante el Sevilla Atlético y el FC Barcelona B por resultados muy justos (1-2 y 0-1).

Pero hubo un hombre que se vistió de héroe durante la era Sampedro: Jaime Mata. Este ser del Olimpo, con apariencia de mortal, realizó 33 goles en la liga regular y otros dos tantos en la fase de promoción de ascenso, lo que da una media de 0,81 goles por partido gracias a sus 43 encuentros disputados en la temporada 2017/18 con la zamarra blanquivioleta. Si no fuera por los goles del delantero madrileño, el Valladolid estaría en una mala situación coqueteando con el descenso a la categoría de bronce del fútbol español.

Con esta dinámica tan irregular tanto de resultados como de juego, el conjunto albivioleta llega al Carlos Belmonte para enfrentarse al Albacete. Allí el Pucela no sólo perdió el encuentro por un resultado de 2-1, también ofreció una mala imagen con un estilo de juego pobre y ramplón, con pases horizontales y sin ningún tipo de profundidad.

Después de esta nueva derrota, la directiva, encabezada por Carlos Suárez Sureda, dio un ultimátum al técnico gallego. O conseguía la victoria frente al Zaragoza y Lorca en el Estadio José Zorrilla, o engrosaría la lista del paro. Al final se sacaron los seis puntos de esos dos encuentros, pero a partir de esas fechas, el fantasma de la destitución sobrevolaría en la cabeza de Luis César.

La competición se adentraba en el mes de febrero y la relación Luis César-Real Valladolid quedaba herida de muerte. La causante de esto fue una rueda de prensa, previa al encuentro del Rayo Vallecano, incendiaria en la que puso a los pies de los caballos a la zona noble del José Zorrilla mostrando los repentinos cambios de opinión de la misma, al quererle ofrecer una renovación de contrato en el mes de octubre y dos meses después darle un ultimátum en el mes de diciembre tras la derrota contra el Albacete. El clima de insatisfacción crecía más y más entre la afición hacia el entrenador y el equipo, el cuál mostraba una desidia espantosa en los partidos fuera de casa que llegó a su cúlmen en la derrota frente al Córdoba en El Arcángel por 2-1.

La etapa Luis César Sampedro llegó a su fin un 8 de abril por la mañana. El Real Valladolid caía en el Nou Estadi ante el Nástic de Tarragona por 1-0 con un gol de Álvaro Vázquez en los últimos minutos del partido, en otro partido de juego muy escaso por parte de los blanquivioletas. El entrenador era cesado dos días después de esta derrota y era remplazado por Sergio González, un técnico que sólo tuvo una experiencia previa en los banquillos, en el Espanyol, donde obtuvo unas semifinales de Copa con el conjunto perico. La llegada de Sergio cambió el rumbo del equipo castellano.

Sergio González tenía ocho partidos para clasificar al Pucela para los puestos de promoción de ascenso, pero con un sprint final impresionante de cinco victorias, un empate y dos derrotas, hizo que el Real Valladolid consiguiera la quinta plaza y siguiera queriendo más. La afición, al ver semejante mejora en el equipo, empezó a reengancharse después de cuatro años vagando por el desierto. Tres llenos absolutos en los tres últimos encuentros disputados en el José Zorrilla (Osasuna, y los dos de playoffs, Sporting y Numancia).

Llegaron los playoffs y el conjunto que venía con mejor dinámica de los cuatro era el equipo castellanoleonés. Y así fue. El Valladolid doblegó por completo en las semifinales al Sporting de Gijón, con victoria tanto en la ida y en la vuelta con un juego aplastante que arrolló a los asturianos en las dos primeras partes de los dos encuentros. Y en la final, todo quedó sentenciado en la ida frente al Numancia al lograr un 0-3 en otro partido para el recuerdo. El 16 de junio de 2018 se quedará grabado en la memoria de la parroquia pucelana, el Valladolid le sirvió el empate a uno de la vuelta en el feudo albivioleta para regresar a la máxima categoría del fútbol español, después de casi un lustro de varapalos y sin sabores para un equipos histórico de la Primera División.

Si por algo quedará marcada la temporada 2017/18, es por Don Jaime Mata y sus históricos registros goleadores, la llegada de Sergio González al frente del banquillo y la revolución que logró en el vestuario, el reenganche de la ciudad de Valladolid con el equipo de su ciudad y el auge de la cantera, representado por Calero, Anuar y Toni Villa, piezas claves en el equipo durante el brillante final de campaña.