En todas la competiciones existen esos jugadores que no son capaces de asentarse en un equipo y en la mayoría de ocasiones son cedidos a otros conjuntos. El caso de Tiago Bebé es un claro ejemplo de ello, aunque esta temporada pinta diferente para el extremo portugués.

Bebé, formado en la cantera del Estrela Amadora, estaba llamado a ser una de esas perlas del fútbol portugués. Debido a las buenas actuaciones en la máxima categoría lusa, clubes fuera de la península no tardaron en echarle el ojo. El club que finalmente se quedó con los servicios del jugador fue el poderoso Manchester United, aunque no rindió como se esperaba.

En ese momento empezó el quebradero de cabeza que hoy en día continúa en torno a Bebé, las cesiones. Antes de llegar al equipo armero, el jugador portugués acumuló un total de cinco cesiones en menos de cinco años. Después de probar suerte en Inglaterra decidió volver a su tierra natal, concretamente al Benfica. La situación seguía igual para el jugador y las cesiones eran su pan de cada día.

En ese momento es cuando la SD Eibar apareció en su camino.  El club armero se hizo con el jugador por 1,5 millones de euros, cediéndolo al Rayo Vallecano nada más llegar al equipo. No obstante, la buena pretemporada que está haciendo el portugués ha gustado a Mendilibar. Con la marcha Takashi Inui, al jugador luso se le abre una gran oportunidad para asentarse en el equipo armero. El y Pere Milá parece que van a ser los encargados de disputar el  puesto en el once inicial.

Su buen rendimiento ha provocado un debate dentro del propio equipo. Hay quienes piensan que debe de quedarse como cuarto delantero, aunque el Eibar le dejará marchar si llega una buena oferta. El club que más está sonando es el Rayo Vallecano, equipo en el que ha estado cedido la pasada temporada,  cumpliendo así el deseo del jugador de volver al equipo de Michel.