El Real Madrid comienza una etapa nueva. Ronaldo se marchó del equipo blanco sin ningún tipo de arrepentimiento, o eso fue lo que pareció. Viajó a tierras italianas para formar parte de la artillería de la Juventus de Turín; un equipo al que venció la pasada temporada, en la Liga de Campeones, en el tiempo de descuento. No deben tener buena memoria los bianconeros.

Cristiano Ronaldo permaneció en el Real Madrid nueve temporadas; parecen pocas si echas un vistazo atrás y recuerdas todos los títulos que ha conseguido el club junto al portugués. Casi una década marcada por sus triunfos en Europa y por sus impactantes y abrumadoras estadísticas de cifras goleadoras.

El portugués llevaba en las filas del equipo madrileño desde la campaña 2009/10. El Real Madrid no opuso resistencia a la salida del luso; Ronaldo se quería ir y el club tiene mucho que agradecerle. Así fue que se puso fin a la relación entre uno de los mejores jugadores del mundo y la entidad presidida por Florentino Pérez. Toda volver a empezar.

Cristiano Ronaldo acabó la temporada anterior, correspondiente a 2017/18 como máximo goleador de la UEFA Champions League con 15 goles en Europa. Pero esa campaña no fue la mejor para el portugués. El luso se lució en 2013/14 con 17 tantos a nivel europeo y, en 2015/16 logró su segundo récord con 16 aciertos en portería contra los mejores clubes de Europa. Su marca de la temporada pasada es la tercera en la lista del portugués que, además, es la tercera mejor de la historia.  

El luso es imbatible; además de mejorar su cifra total en Europa, se convirtió en el único futbolista en marcar en todos los partidos de la fase de grupos logrando nueve goles en total. Además, también vio portería en cada partido de las eliminatorias, tanto de octavos, como de cuartos de final, pero no marcó en las semifinales ni en la final.

¿Cómo de complicado es comenzar una nueva temporada sin un jugador que, en Liga, marcó 311 goles en 292 partidos? Parece difícil, pero tal vez no lo sea tanto. El Real Madrid tiene potencial suficiente para luchar, vencer y ganar a todo aquel que se cruce en su camino. Y más si es en Europa. Los blancos se transformar en auténticos guerreros cada vez que se enfrentan a un equipo europeo. Parecen otros… y triunfan.

Los blancos no han buscado un sustituto para el portugués hasta el momento, por ello, intentará luchar por conseguir el mayor número de títulos posible con una plantilla que se ha ido y sigue forjándose de la mejor manera posible. Pero, sobre todo, lo más destacable es el cambio de entrenador. Zidane también se marchó. Con la sonrisa llena después de ganar otra Copa de Europa. No quiso que la cosa pudiese ir a peor. Fue entonces cuando llegó el cambio más importante para el equipo; un nuevo técnico que pudiese adaptarse a los jugadores y que ellos lo hiciesen con él. Así apareció Julen Lopetegui.

El vasco no cuenta con muchos refuerzos tras la salida del portugués: Un extremo izquierdo recién traído del Flamengo y con solamente 18 años; Vinicius Júnior. A Álvaro Odriozola como lateral derecho que tendrá que verse la cara con Dani Carvajal para ver quién consigue más permanencia en la defensa. Y dos porteros como Andriy Lunin y Thibaut Courtois que lucharán junto a Keylor Navas por la portería blanca. Además, vuelven muchos jugadores cedidos de los que su futuro dependerá de los planes que tenga Lopetegui para ellos; como la salida de Fabio Coentrao por el fin del préstamo entre el Real Madrid y el Sporting de Portugal. El vasco tiene mucho trabajo por delante.

Además, seguro que Florentino aún tendrá que afinar la maquinaria pesada para dar el último empujón a sus negocios y al Real Madrid. El presidente tendrá algo entre manos para traer al equipo blanco un nombre grande para completar la plantilla madridista para resurgir en la Liga y seguir reinando en Europa. Y habrá que olvidarse de Zidane, de Cristiano y de todos los que decidieron irse.

El verano y la pretemporada por América del Norte ha pasado volando y este miércoles, 15 de agosto, tendrá lugar uno de los encuentros de clubes más deseados y el común de Europa. El Real Madrid y el Atlético de Madrid volverán a enfrentarse, pero esta vez, en Tallin. Y sin Cristiano.

La Supercopa de Europa enfrentará a los dos equipos madrileños que siempre han sido denominados como los eternos rivales. El partido será un duelo de gran magnitud que pondrá al límite a los jugadores de ambos clubes que luchan por defender su escudo hasta el final. Será el césped del Estadio Lillekula, con 12.500 espectadores, donde se acogerá el encuentro que tendrá sabor a final de Champions League.

En la historia de la Liga de Campeones jamás se habían enfrentado dos equipos de la misma ciudad, hasta que llegó el año 2014 y, más tarde, en 2016 cuando Real Madrid y Atlético de Madrid se vieron las caras en Lisboa y Milán, respectivamente. Fueron los blancos los que conquistaron la victoria; en la capital de Portugal, Sergio Ramos apareció con un gol salvador en el minuto 93 que devolvió la esperanza al madridismo. En San Siro, en Italia, una tanda de penaltis definió el encuentro después de un empate entre ambos clubes.

Este año, el Real Madrid como campeón de Europa y, el Atlético de Madrid como vencedor de la Europa League, volverán a cruzarse en un partido marcador por las salidas: para los blancos la marcha de Ronaldo a la Juventus de Turín fue dolorosa pero, ¿qué es el Atlético sin Fernando Torres?

Tallin será el punto de inflexión y de nacimiento para el equipo de Lopetegui que tiene muchas ganas de luchar después de su destitución en el Mundial de Rusia con la selección española. El vasco tiene ganas y el Real Madrid quiere conseguir su quinta Supercopa de Europa con un Atlético que se ha mostrado infalible en este torneo.