Queda nada para que empiece una nueva temporada y en Can Barça se respira ilusión. Después de un mercado en el que, por fin, han llegado fichajes prometedores y las salidas están siendo bien planificadas, la plantilla del Fútbol Club Barcelona lo tiene todo para darle a su afición todas las alegrías posibles en el curso venidero.

Pero, de vez en cuando, merece la pena echar la vista atrás para observar los errores y, sin detenerse demasiado en ellos, corregirlos de cara al futuro. Y eso es lo que debe hacer el equipo de Ernesto Valverde. Los culés gozaron de una temporada de ensueño en la que las derrotas llegaron a cuentagotas y, desgraciadamente para ellos, en momentos clave. La inesperada fuga de Neymar al Paris Saint-Germain y la estrepitosa derrota en la Supercopa de España frente al Real Madrid  provocaron un estado de pesimismo en el Camp Nou que los jugadores, a la postre, supieron paliar con creces a lo largo de la temporada.

En LaLiga Santander, una apisonadora

El conjunto de Ernesto Valverde arrolló desde el primer momento a todos los equipos que se le pusieron por delante en la competición doméstica. Tal fue la superioridad del Barcelona, que se puso en cabeza a partir de la tercera jornada y, desde entonces, nadie pudo bajarles del primer escalón.

LaLiga Santander es la competición en la que se muestran las debilidades y fortalezas y el trabajo diario de todos los equipos. Y el trabajo de los culés se empezaba a notar desde el principio. Y mucho. Las primeras siete jornadas fueron perfectas, nadie pudo con los culés y en todas acabaron alzándose con la victoria. Y llegó el primer gran rival: el Atlético de Madrid. A pesar de jugar en su estadio, el Wanda Metropolitano, los atléticos fueron incapaces de tumbar al campeón y solo pudieron sacar un empate.

Pasaban las jornadas y el Fútbol Club Barcelona iba acabando con sus rivales con suma facilidad. Equipos de gran talla iban cayendo y los azulgranas seguían viéndolos a todos desde lo más alto de la clasificación. A punto de terminar la primera vuelta, tocaba visitar el Santiago Bernabéu. Los fantasmas de la Supercopa de España todavía estaban presentes en la cabeza de Ernesto Valverde y los suyos. Pero el equipo dio una auténtica exhibición de fútbol en Chamartín. El encuentro acabó con un 0-3 en el marcador y los culés ponían aun más tierra de por medio frente a un rival que, como siempre, pelea a la entidad blaugrana todos los títulos.

Comenzaba la segunda vuelta y todo seguía igual. Con la llegada de la fase clave de las competiciones de Copa y Champions League, el Fútbol Club Barcelona se pudo permitir el lujo de andar relajado en la competición liguera, pero, eso sí, sin levantar el pie del acelerador. Los chicos de Ernesto Valverde continuaban sin besar la lona en la competición doméstica, y eso que estuvieron a punto en varias ocasiones. Como el día de Las Palmas o, como no recordarlo, frente al Sevilla en el Sánchez-Pizjuán. Después de un partido para olvidar, los azulgranas se encontraban con un 2-0 en contra a falta de escasos dos minutos para el final. Leo Messi, que había sido suplente, salió desde el banquillo y el equipo remontó asombrosamente en dos minutos mágicos con dos goles.

Luis Suárez y Leo Messi fueron claves para la consecución del título de Liga | Foto: Noelia Déniz (VAVEL.com)
Luis Suárez y Leo Messi fueron claves para la consecución del título de Liga | Foto: Noelia Déniz (VAVEL.com)

Y así fue. Los goles de Luis Suárez y Leo Messi, que jugaron solos arriba por la marcha de Neymar, no paraban de darle puntos al Fútbol Club Barcelona. Los rivales más directos, como el Atlético de Madrid o el Real Madrid, pasaron por el Camp Nou sin poder vencer al equipo catalán. Pero, antes de enfrentarse al equipo merengue, los culés tuvieron una oportunidad de oro para cantar el alirón en Riazor ante el Deportivo de La Coruña. En ese partido, Philippe Coutinho se exhibió y su equipo terminó coronándose campeón de Liga a falta de tres jornadas para el final.

Con LaLiga Santander en el bolsillo, el único aliciente para los futbolistas de Ernesto Valverde era acabar la competición con la condición de invictos. Sin embargo, inexplicablemente, el Levante les pasó por encima en el Ciudad de Valencia y, aunque estuvieron a punto de empatar el partido, perdieron la imbatibilidad cuando quedaban dos jornadas. La competición terminó con el más que merecido homenaje a Andrés Iniesta en el Camp Nou.

Reyes de Copas

Si hay una competición que se le da bien al Fútbol Club Barcelona es la Copa del Rey. Así lo demostraron un año más. El equipo de Ernesto Valverde eliminó en la primera ronda al Real Murcia con bastante facilidad y sin encajar ningún gol. En esta eliminatoria destacó un chaval del filial, José Arnáiz, que iba a tener protagonismo en varias ocasiones. Los octavos de final dejaron un choque de nivel. El Fútbol Club Barcelona y el Celta de Vigo se vieron las caras en la competición del KO. Después de un empate en Balaídos, el Camp Nou dictó sentencia y los culés arrollaron por 5-0 a los celtiñas.

Llegaba el tramo decisivo y la Copa del Rey dejaba un duelo con morbo. Los dos equipos más fuertes de la ciudad condal, el Fútbol Club Barcelona y el Espanyol, pelearían por un puesto en la semifinal. Llegaba así la primera derrota de la temporada -obviando las de la Supercopa de España- para los culés. Aun así, en la vuelta consiguieron remontar la eliminatoria con los goles de Luis Suárez y Leo Messi, claves también en esta competición. El Valencia iba a ser el último escalón antes de llegar a la final. La ida acabó con un resultado corto en el Camp Nou: 1-0 para los locales. En la vuelta, Philippe Coutinho decidió con su primer gol con la camiseta blaugrana e Ivan Rakitić puso la puntilla.

El FC Barcelona dio una exhibición de fútbol total en la final de la Copa del Rey | Foto: Noelia Déniz (VAVEL.com)
El FC Barcelona dio una exhibición de fútbol total en la final de la Copa del Rey | Foto: Daniel Nieto (VAVEL.com)

El Sevilla esperaba en la final y, para asombro de todo el mundo, el Fútbol Club Barcelona vapuleó sin piedad al equipo que por aquel entonces entrenaba Vincenzo Montella. Cinco goles, nada más y nada menos, dejaron fuera a los sevillistas en un partido que será recordado por la exhibición de fútbol total que dio Andrés Iniesta.

La Champions, un sueño frustrado

Cuatro históricos del fútbol europeo se iban a ver las caras en la liguilla de la Champions League. El Fútbol Club Barcelona, la Juventus, el Sporting de Portugal y el Olympiakos conformaban el grupo D, uno de los, a priori, más complicados. El Fútbol Club Barcelona, junto a la Juventus, avanzó hasta la segunda fase de la competición sin perder ningún partido y dejando actuaciones para recordar, como la del 3-0 a los italianos en el Camp Nou.

La Champions es la máxima competición europea a nivel de clubes. Por ello, los culés debían cruzarse con los mejores equipos si querían levantarla. El primer escollo fue el Chelsea. En el partido de ida de los octavos de final, un gol de Leo Messi le dio al Fútbol Club Barcelona un valiosísimo empate en un partido en el que Willian, goleador para los blues, no paró de generar peligro. En la vuelta en el Camp Nou, a los de Antonio Conte se les olvidó el insecticida, y 'una Pulga' y 'un Mosquito' acabaron con sus esperanzas. Los goles de Leo Messi (por partida doble) y Ousmane Dembélé acabaron con el equipo londinense.

Llegaba el sorteo de cuartos de final. Los ocho mejores equipos de Europa estaban allí reunidos. La Roma parecía, a priori, el rival más asequible, el que todos querían. El Barça tuvo suerte, les tocó el regalo. Efectivamente, el regalo envenenado. La ida en el Camp Nou fue plácida: 4-1. Plácida a simple vista, porque el equipo venció con una gran renta, pero el resultado fue muy engañoso, y así se pudo ver en la vuelta.

La Champions es siempre uno de los principales objetivos de la entidad blaugrana | Foto: Noelia Déniz (VAVEL.com)
La Champions es siempre uno de los principales objetivos de la entidad blaugrana | Foto: Noelia Déniz (VAVEL)

Tocaba visitar la ciudad eterna: Roma. A pesar de lo prudente de su entrenador, jugadores y afición culés ya se veían en las semifinales, después de dos temporadas sin alcanzarlas. Primero Edin Džeko y después Daniele De Rossi acercaron a la Lupa en el marcador global y les metieron el miedo en el cuerpo a los azulgranas. Y en el minuto 82, en ese instante maldito para los barcelonistas, Kōnstantinos Manōlas cabeceó a la red un córner lanzado desde la esquina derecha. Era el 3-0 y el Barça estaba en la calle. El equipo de Ernesto Valverde fue apeado de la competición en un día nefasto en el que dejaron ver todas las carencias que no habían mostrado durante el resto la temporada.

A pesar de aquel varapalo, el Fútbol Club Barcelona se rehizo de sus cenizas y acabó la temporada levantando el octavo doblete de su historia.

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Sobre el autor
Mario Garcia Priego
Fútbol, fútbol y fútbol. No es obsesión, solo soy un apasionado. Estudiante de Periodismo en la Universidad de Málaga. Montilla, Córdoba