La Real comienza la temporada liguera en un estadio de renombre, El Madrigal.  El campo de juego del submarino amarillo, del Villarreal C.F. será el encargado de ver el comienzo de una de las temporadas que se firman como claves para el conjunto donostiarra. 

Teniendo en cuenta las estadísticas de la pasada temporada 17/18 se puede observar como ambos conjuntos se encuentran en “tierra de nadie”. En un empate técnico donde cada uno de los dos encuentros que se jugaron entre ambos durante la pasada temporada corresponden a un reparto equitativo de victorias, eso si, todas ellas en el Estadio de Anoeta. 

En el partido disputado el pasado 19 de febrero, los valencianos se llevaron a casa la victoria; mientras que en anterior, disputado a comienzos de la pasada temporada, consiguieron los blanquiazules mantener en casa el tripartito de puntos tan ansiado por todos los clubes.

Dejando apartada hacia un lado a la Liga, y adentrándonos en otras competiciones como la Copa del Rey, donde txuri-Urdin y submarinos se vieron las caras.  

En éstos, los donostiarras se llevaron el caramelo a la boca, consiguiendo hacer caer en octavos a los de VillaReal en su propio campo, tras un empate a 1 que vino precedido de una primera ida a San Sebastian donde fueron muy superiores los vascos, alcanzando en el marcador un holgado 3-1 que no pudieron volver a cosechar en las futuras fases de la competición de la cual quedaron eliminados en cuartos.

Los donostiarras intentarán conseguir un comienzo de Liga que les permita establecer con velocidad de crucero una trayectoria de ascendencia siempre con la mirada puesta en los puestos altos de la tabla, desde donde, siempre se va a poder jugar mejor ya sea en El Madrigal o cualquier otro terreno de juego de los 22 clubes que componen la Primera División de la Liga Santander.