Poco o nada ha tenido que ver el Sevilla de la Supercopa de España que el de la vuelta de la eliminatoria ante el Zalgiris. Aparcando la evidente diferencia entre el Barcelona y el equipo lituano, los sevillistas fueron a por todas desde el minuto uno del encuentro. Es por eso que en el minuto ocho del partido ya iban ganado 0-2 dejando la eliminatoria sentenciada, pero ahí no paró la locura goleadora de los de Machín. Antes de finalizar la primera mitad, otra vez Pablo Sarabia, que está en un estado de forma impecable, hizo el tercero para distanciar aún más en el marcador. Ya en la segunda parte, ante el intento de arreón de los locales, el Sevilla encontró más espacios para que Arana marcara su primer gol con la camiseta rojiblanca y para hiciera doblete y firmar el 0-5 definitivo.

Un buen Sevilla que, pese no haber afinado la puntería en el partido de ida en el Pizjuán dejando en duda el pase a la siguiente eliminatoria, en este partido fulminó alguna esperanza del Zalgiris desde los primeros trances del encuentro. Machín, con su habitual sistema de tres centrales, un carrilero en cada banda, un pivote y un punta, dos extremos y un delantero, salió para machacar sin piedad a un equipo que acusó su falta de puntería. Finalmente, un 6-0 en la eliminatoria global dejando evidente que el Sevilla ha sido claramente superior a los lituanos tanto en el partido de ida como en el de vuelta.

Sarabia sigue demostrando ser el que más en forma está de la plantilla

Después de ser derrotados en la final de la Supercopa de España in extremis, esto supone una gran motivación de cara al próximo partido que supondrá el estreno ligero en Vallecas contra el Rayo Vallecano, en el que los de Machín buscarán con ahínco la primera victoria de la temporada en la primera jornada. Y es que, pese a que aún queda bastantes efectivos en una plantilla que sigue descompensada, la pizarra de Pablo Machín funciona, y sus pensamientos parecen que se van transmitiendo a la perfección en los jugadores. Además, se ha visto un cambio de actitud en el campo a jugadores como Nolito, que parece estar más enchufado que nunca al marcar dos goles en este encuentro.

Pero la estrella del partido, una vez más en lo que va de temporada, sigue siendo Pablo Sarabia, que pide a gritos la renovación con una subida de sueldo incluida. El madrileño no sólo ha destacado por sus dos goles y su asistencia, y es que sobre sus botas pasan el mayor peligro del ataque sevillista. A falta de los goles de los delanteros, él se apunta para construir el ataque desde la banda derecha del equipo, su progresión sigue en aumento y aunque parezca que en la temporada pasada se vio su mejor versión, el madrileño sigue empeñado en crecer como un jugador que ya está dando de qué hablar. La de hoy ha sido una actuación más a tener en cuenta. Machín y la afición del Sevilla se frota las manos con Sarabia.

Así pues, el Sevilla sale bastante beneficiado después de este partido no sólo por la clasificación a la siguiente eliminatoria, sino también por el juego y por los goles anotados. Es la tercera vez que el Sevilla marca, al menos, cinco goles en un partido de Europa en toda su historia, y eso quiere decir que hay indicios de ver a un equipo mejorado en ataque a pesar de que faltan jugadores por venir, pero Europa puede ser, una vez más, el punto de inflexión positivo para este Sevilla.